Por José Rafael Sosa
Melocotones, Open Doors, Carpinteros, Camino a Higuey y Cocote han puesto a mucha gente en prestigiosos festivales, a preguntarse quienes son estos jóvenes directores quisqueyanos y cómo logran hacer tan buen cine.
Héctor Manuel Valdez, Pavel Marcano, Nelson Carlo de los Santos, Abinadad Alberto y José María Cabral son los nombres de los directores dominicanos que más premios y honores han conquistado en los las últimas 12 semanas para el cine dominicano.
El éxito más reciente es el de Melocotones, ganadora del Premio Película del XXV Festival de Raidance, en Inglaterra, equivalente, por su exigencia de calidad y su dirección orientada al cine de autor e independiente, al de Sundance.
La dirección del Festival Raidance incluye el que Valdez sea el director del trailler promocional del evento cinematográfico ingles de 2018.
Futurista y caribeña, Melocotones es una cinta de acción con toques románticos, que impactó en el criterio de los jurados, muchos de los cuales se preguntaban “¿quién es este director?” y “¿desde cuándo se hace un cine de esta calidad a partir de un talento dominicano de la dirección?”.
El fundador de Raindance, Elliot Grove dijo: “Elegimos Melocotones (Peaches) como Película del Festival por el espíritu con se hizo. Viaje con estilo retrofuturista, esta película se entreteje en viajes en el tiempo, al tiempo que está firmemente arraigada en la visión del futuro de los años 70 de Hollywood.
Ya antes, tanto como en Marzo, Carpinteros, una experiencia de comunicación y drama carcelario en tres recintos reales y que gerenció con maestría para pantalla José María Cabral, y que se cubrió de prestigio al ser la primera cinca aceptada por el exigente jurado de la selección del Festival de Sundance, generando que distribuidores. En enero llegó la noticia de que Carpinteros fue aceptada en la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
Carpinteros ha cerrado su ciclo de gloria y reconocimiento al ser señalada por la Comisión de Postulaciones Internacionales de la DGCINE para competir por el Premio Oscar a la “Mejor Película Extranjera”, y por el Premio Goya a la “Mejor Película Iberoamericana”.
Cotote, de Nelson Carlo de los Santos, es la expresión de un director sumido profundamente en los hondones del cine independiente dominicano, uno de base cultural y antropológica auténticamente local, con una proyección universal por sus valores. El drama ha ganado ya seis premios internacionales, incluyendo la categoría Nuevas Miradas del Festival Internacional de Cine de Panamá, lo que le comportó como premio, el ser proyectada en el Festival de Cannes 70, en abril pasado para luego ser aceptada en el muy prestigioso Festival de Locarno, en el que fue admitido, junto a otras 17 producciones independientes, en la categoría Signos de Vida, que ganó, obteniendo para el país el primer Lepardo de Oro de Locarno, un éxito que no ha sido completamente celebrado por la comunidad criolla del cine, con excepción de la Dirección General de Cine.
Finalmente, desde Argentina, llegó la noticia que completa el panorama: Open Doors, un drama documental del director dominicano Pavel Marcano, seleccionado para abrir la 17° Muestra Internacional de Cine Documental – DocBuenosAires }, provocando aplausos emocionados de gente sorprendida por el talento del joven actor y director criollo.
“Open Doors” ya que fue elegido como mejor película documental del Festival Internacional de Cine de Montreal -Festival des Films du Monde – Montréal (FFM), en la sección Festival Internacional de Escuelas de Cine, para transformaarse en el primer cineasta dominicano en obtener un premio en este importante festival de cine. Este docu-drama es la historia de Bonifacio, un paciente más de los cientos que viven en Open Doors, un hospital siquiátrico ubicado en las afueras de Buenos Aires. Marcano, también es egresado de la Escuela Nacional de Arte Dramático de Santo Domingo.
El documental Camino a Higuey, de Larimar Films y dirigido por Abinadad Alberto, también ha acumulado enlas últimas semanas sus méritos propios: ganó el segundo lugar en el Festival Internacional de Cine Católico en Polonia y fue aceptado como selección oficial del exigente Festival Internacional de Cine de Guadalajara, en México, en el cual competirá en su categoría con otros 11 trabajos del género realista latinoamericano.