Y es que invariablemente siempre están medio vacías, y aquí no aplica el cuestionamiento filosófico “medio lleno o medio vacío”, simplemente están medio vacías y terminamos comprando una bolsa llena de aire y con un par de papas aunque nos quejemos una y otra vez.
Pero si ya estás cansado de sentirte estafado, quiero decirte que en la industria todo tiene una explicación, y la de este caso parte desde que ni a tí ni a nadie le gustaría comerse unas papas aplastadas o hechas polvo para empanizar.
El hecho de que las papas no lleguen “molidas” es por el otro contenido que hay en la bolsa. Como seguramente ya te haz dado cuenta, el interior de las bolsas es de un material metálico, en las cuales, al vertir la papas también se agrega una dosis de nitrógeno, este tipo de envase hace que el contenido esté protegido de golpes y de maltratarse a causa del ajetreo del transporte, la manipulación del acomodo, etc.
El nitrógeno se usa porque el oxigeno acelera al proceso de oxidación en los alimentos, y las papas no son la excepción, de hecho se oxidan más pronto que otros, te podrás dar cuenta si cortas una papa en casa, en menos de 20 minutos ya habrá cambiado su color por uno más oscuro.
Indica el portal Taringa.net que el nitrógeno que hay en las bolsas de papas, las protege y evita que se desmoronen. El nitrógeno no es dañino para tu salud, ni afecta el sabor de las papas, mucho menos su olor, así que no tienes porqué preocuparte, porque ese “aire” que llamamos todos también sirve como conservador, así que por eso las papas se mantienen crujientes y de buen color.
Pues ya lo sabes y puedes dejar de sentirte estafado, pues no se trata de una conspiración empresarial, de hecho es una medida a nivel mundial y no se practica para robar el dinero, sino por darle al producto mayor estética.
El nitrógeno también sirve como conservador. Entonces, cada vez que compres unas papas y al abrir la bolsa solo veas unas cuantas, recuerda que están conservadas por el nitrógeno en el que estaban.