El 2 de octubre pasado, 58 personas murieron y 527 resultaron heridas luego de que un tiroteador -identificado como Stephen Paddock- disparara a sangre fría desde el piso 32 del hotel Mandalay Bay a una multitud que presenciaba un concierto de música country en la vía pública.
Entre los sobrevivientes del ataque se encontraba el matrimonio compuesto por Dennis (52) y Lorraine Carver (53), quienes lamentablemente perdieron la vida sólo dos semanas después de esta masacre.
Según informó la filial de Fox News, Kdvr, la pareja oriunda de California sufrió un accidente automovilístico el 16 de octubre pasado.
Denis y Lorraine fallecieron luego de que el vehículo en el que se trasladaban impactara contra una puerta de metal frente a su casa en la ciudad de Murrieta en California y estallara en llamas. Los bomberos tardaron casi una hora en apagar completamente el fuego, de acuerdo al diario Las Vegas Review Journal.
Brooke Carver, hija mayor de la pareja, dijo que sus padres parecían dos jóvenes enamorados después del tiroteo, pues estaban más unidos que nunca.
“Ese es el tipo de amor que tenían el uno por el otro. Su amor fue desinteresado”, indicó la joven.
Cuando ocurrió la situación en Las Vegas, Dennis se lanzó sobre su esposa para protegerla de las balas. Luego, ambos pudieron huir ilesos.
Brooke y su hermana Madison, aseguraron que su padre era fuerte e independiente y siempre priorizaba a las personas que amaba. Su madre, en tanto, era humilde y generosa y apreciaba las cosas simples de la vida, como una buena risa o un arreglo floral bonito.
La pareja había estado juntos durante 22 años, pero esperaron hasta que sus hijas fueran grandes para casarse, porque querían compartir ese día especial con ellas.
“Siempre hemos sido sólo nosotros cuatro”, dijo Brooke. “Pero nunca nos sentimos solos porque nos amaron mucho. Siempre fueron tan felices y llenos de vida”, agregó.
Las hijas aseguran que planean honrar la memoria de sus padres viviendo de acuerdo al lema de su familia: hacemos lo que hacemos y somos felices.
“Hemos encontrado algo de paz al saber que nuestros padres se amaban tanto que tenían que irse al mismo tiempo. No podrían vivir sin el otro”, expresaron.