Santo Domingo. El Festival Presidente desató ayer toda clase de pasiones y emociones, en la fiesta de su vigésimo aniversario hubo de todo un poco, sorpresas agradables como la aparición en un escenario de Milly Quezada junto al bachatero Anthony Santos, así como la oportunidad de oro que le dio Juan Luis Guerra a Mozart La Para, permitiéndole subir a su lado frente a un Estadio Olímpico abarrotado.



La participación de los urbanos dominicanos inicialmente fue cancelada debido a un conflicto con los organizadores del festival, representantes de Mark B, El Mayor y Mozart La Para, quienes exigían participar pero con un mayor número de personas, no en la apertura, de ahí vino una lucha en la que después de hacer un berrinche tuvieron que arrodillarse y pedir disculpas en una rueda de prensa a la producción del Festival, a la prensa y al público, permitiéndoles actuar después de Ricky Martin, así se hizo, pero previo a esto hubo una despedida oficial en la que se lanzaron los fuegos artificiales.

En materia de seguridad, logística, coordinación, señalización e inclusión de personas discapacitadas, la Cervecería Nacional Dominicana se llevó todos los méritos, ya que hay un antes y después en materia de organización luego del Festival Presidente 2017.

Pero vamos a los apuntes, el domingo Johnny Ventura tuvo una gran participación que concitó la atención del público que se sacudía sus caderas a ritmo de merengue, El Caballo Mayor subió como invitados a Carlos Vives y Gabriel. En el cierre de su presentación se unieron Milly Quezada, Maridalia Hernandez, Juliana para un gran final. Durante la presentación del afamado Juan Luis Guerra reapareció Ventura para juntos interpretar «De Moca a París».

Farruko también hizo un buen trabajo.

Lo de J Balvin, exponente de reguetón tuvo una gran noche, sin dudas clase aparte en decencia, conexión con el público, destreza sobre el escenario, en cada uno de sus temas recibió un apoyo sustancial en canciones como “Ay vamos”, “Safari”, “Mi gente” y “Sigo extrañándote” por citar algunos ejemplos.

En cuanto a Juan Luis Guerra, quien solo puede llenar y ha llenado el Estadio Olímpico, cabe decir que además de impecable, simplemente magistral honrando a Dios de principio a fin, interpretando los merengues que le han llevado a la cima de la industria de la música latina, el impacto de Juan Luis sobre el escenario fue tal que le fue difícil despedirse ante la intensidad en que aclamaban sus canciones.

Sobre Ricky Martin hay que decir que su show no tiene desperdicios, aunque arrancó entonando temas en inglés, hizo el cambio para meter de lleno a más de 45 mil espectadores, el equipo de bailarines, el vestuario,  las luces, sus  músicos y coristas estaba a la altura de los más grandes escenarios mundiales. Ricky Martin, quien exhibe un histrionismo único, derramó toda su adrenalina en el cierre, minutos más tarde en el after party del Festival Presidente salió Mark B, le siguió El Mayor, finalizando con Mozart La Para.

Sin dudas hizo falta la bachata, a mi entender había espacio para Frank Reyes o Raulín Rodríguez.

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