El famoso animador chileno de televisión, Mario Kreutzberger, ofreció una entrevista al diario La Tercera, donde habló de las denuncias de acoso sexual que se han visto envueltos varios famosos en las últimas semanas, entre otras temáticas.
Consultado sobre las prácticas de acoso sexual que se han desatado en la industria del cine y la televisión, el presentador aseguró que el ha pasado por situaciones similares, pero que lo suyo quedó en nada porque no fue verdadero.
«A mí me han acusado de acoso y te puedo decir que desde eso han pasado 15 años y que fue falso. Participé en el Congreso en la redacción de la ley de acoso, porque cuando a mí me acusaron no existía esa ley. Me han acusado de varias cosas y te puedo decir, responsablemente, que todos lo hicieron por el uso y el abuso de mi nombre para extorsionarme económicamente».
En esa misma línea, agregó: » Lo que hago en un escenario es algo que no haría nunca en la vida privada, soy tímido en la vida privada. Es difícil de explicar, porque con esto no me quiero disculpar. Tampoco quiero decir que alguna vez alguna de esas bromas mías pudieron propasarse y sobre eso siempre me disculpo. Me disculpo ahora mismo, incluso, cuando me he comportado más allá de lo que me corresponde, por ejemplo al entrevistar a alguien, yo después públicamente me he disculpado. Lo mío era un juego pícaro«.
Sobre si hay abusos sexuales en Chile, Kreutzberger afirma «no lo sé» y asegura: «Yo nunca lo he visto y tampoco lo acusaría, porque no soy un acusador. Digamos que me mantendría al margen de eso, para decir la verdad. Aunque la acosadora fuera una mujer».
Finalmente, el animador dio su impresión sobre si las prácticas de antaño en la televisión validaban actitudes para el público que hoy podrían constituir prácticas abusivas.
«Si me lo pones tal cual, hay algo mucho peor. La tele habla a puras chuchadas. ¿Y no crees que eso es algo malo para la comunidad? Yo creo que sí. Cuando hice las bromas, las hice desde el punto de vista simpático, picaresco, como un juego, porque ese robo de un beso no tuvo ninguna consecuencia que no fuera una risa del público en su casa», cerró.