WikiLeaks y Donald Trump Jr. han mantenido una correspondencia secreta a través de Twitter desde hace meses, de acuerdo con mensajes publicados este 13 de noviembre por el medio estadounidense The Atlantic. Estos muestran que la organización de transparencia presionaba al hijo del presidente de los Estados Unidos para que compartiera una diversidad de información, como noticias sobre la ex candidata Hillary Clinton, datos robados de la campaña de la demócrata o la declaración de impuestos de su padre.
La campaña de Trump siempre ha negado haber tenido injerencia en los correos electrónicos que robaron a la campaña de Clinton piratas informáticos, ahora vinculados al Kremlin, o coordinado con WikiLeaks para publicarlos. Los mensajes de Twitter ya han sido entregados a los investigadores del Congreso que indagan la supuesta interferencia de Rusia en la carrera hacia la Casa Blanca.
Poco después de las elecciones, la Embajada de Ecuador en Londres le dio asilo a Julian Assange, donde permanece hasta la fecha. «Obama/Clinton pusieron presión sobre Suecia, el Reino Unido y Australia [su país natal] para ir ilegalmente tras el Sr. Assange», dice un mensaje de WikiLeaks para Trump Jr., y añade:
Sería muy fácil y útil para su padre [Donald Trump] sugerir que Australia designe a Assange como Embajador en DC [Washington].
The Atlantic señala que gran parte de la conversación era unilateral. WikiLeaks hacía propuestas a Trump Jr., quien actuaba conforme a la sugerencia o se quedaba callado. No obstante, los mensajes son evidencia de una relación continúa entre la campaña de Trump y WikiLeaks durante las polémicas elecciones.
Luego de que The New York Times diera a conocer detalles de una reunión entre Trump Jr. y la abogada Natalia Veselnitskaya, vinculada al Kremlin, WikiLeaks le pidió que les enviara los correos electrónicos para publicarlos. Poco después, el hijo del presidente estadounidense publicó los correos en su cuenta de Twitter y Julian Assange incluso confirmó en un tweet que ellos ya se los habían pedido, informó hipertextual.
Julian Assange ha respondido a través de Twitter que no puede confirmar la autenticidad de los mensajes ya que Wikileaks no mantiene tales registros y que la publicación de The Atlantic carece del contexto completo. Por su parte, el miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos Adam Schiff ha dicho en entrevista con CNN:
Si estos alegatos son ciertos, puedes añadir a junior a la lista de gente de la campaña de Trump que buscó y sostuvo comunicación con privada con WikiLeaks… en un esfuerzo por, ya sea obtener o luego publicar, documentos que los rusos robaron de la campaña de Clinton.