El juez Alejandro Vargas, coordinador de los Juzgados de Instrucción del Distrito Nacional, impuso este domingo un año de prisión preventiva a Martín Batista Ogando, acusado de matar de un disparo en la cabeza a la joven Geraldín Sánchez, en el sector Galá, en el Distrito Nacional.
Vargas dijo que las pruebas presentadas por el Ministerio Público y la parte acusadora y las exposiciones de la justicia técnica comprometen al imputado, por lo que le impuso la medida de coerción a Batista Ogando, la cual deberá cumplir en el 15 de Azua.
“La gente debe entender la seriedad y las consecuencias de sus actos, y él (Martín Batista Ogando) tiene que prepararse para durar por lo menos treinta años en la cárcel, lo digo para que lo escuche y lo sepa desde ahora”, dijo el juez Vargas en la audiencia.
Indica el periódico El Nuevo Diario que ante la solicitud del Ministerio Público, de que el imputado fuera enviado a la cárcel de San Pedro de Macorís, y la defensa de que cumpliera la coerción en La Victoria, el juez determinó que ésta sería cumplida por el acusado en el recinto carcelario del 15 de Azua.
“El Ministerio Público pide que lo envíen a la cárcel de San Pedro de Macorís y ustedes piden que lo envíe a la cárcel de La Victoria, pero desgraciadamente yo no puedo complacerlos a ninguno de los dos, él irá a la cárcel del 15 de Azua a cumplir la condena de un año de prisión preventiva”, indicó.
Precisó que el Séptimo Juzgado de la Instrucción el 26 de febrero de 2018 le va a conocer una revisión de la medida de coerción al imputado.
Mientras que los familiares de la joven asesinada dijeron que ven correcta la medida impuesta por el juez Vargas y que su deseo es que se haga justicia por el asesinato de su pariente.