El papa Francisco llamó este miércoles a respetar el statu quo en Jerusalén y a dar muestras de «sensatez y prudencia», cuando el presidente de Estados Unidos Donald Trump se dispone a reconocer la Ciudad Santa como capital de Israel.

«No puedo callar mi profunda preocupación por la situación que se ha creado en los últimos días» en torno a Jerusalén, declaró el pontífice argentino durante su audiencia semanal.



«Hago un llamamiento desesperado para que todos se comprometan a respetar el statu quo de la ciudad, en conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas», agregó.

El martes por la noche, Francisco había hablado por teléfono con el presidente palestino Mahmud Abas, anunció el portavoz del Vaticano sin dar más precisiones.



«Jerusalén es una ciudad única, sagrada para los judíos, los cristianos y los musulmanes, que veneran allí los Lugares Santos de sus religiones respectivas, y tiene una vocación especial de paz», declaró el pontífice el miércoles ante miles de fieles en el Vaticano.

«Ruego al Señor para que esta identidad sea preservada y reforzada, en beneficio de la Tierra Santa, de Medio Oriente y del mundo entero, y que prevalezcan sensatez y prudencia, para evitar añadir nuevos elementos de tensión en un panorama mundial ya convulso y marcado por tantos conflictos crueles», insistió.

Donald Trump reconocerá este miércoles a Jerusalén como capital de Israel, rompiendo con décadas de diplomacia estadounidense e internacional pese a las advertencias llegadas de todo el mundo contra el riesgo de un estallido de violencia.

Naciones Unidas, China y Reino Unido -ambos países miembros del Consejo de Seguridad- sumaron el miércoles sus voces a las expresiones de inquietud de los últimos días.