“Algún día me reiré de esto”.
¿Cuántas veces no hemos dicho esta frase mientras estamos pasando algún fiasco, esperando que dentro de un tiempo sólo nos cause gracia? Esto es precisamente lo que ocurrió en las cinco historias que reunimos a continuación, donde fiestas de despedidas de solteras o solteros, tomaron giros inesperados, aunque no lo suficiente como para que sus participantes dejaran de recordarlas con el suficiente humor como para relatarlas tiempo más tarde.
Porque no sólo el tío ebrio que habla de más o la prima con el vestido demasiado escotado lo que hacen un matrimonio memorable. También lo es aquella instancia previa de sana diversión llamada despedida de soltero lo nos acabará dejando un recuerdo entrañable.
Claro, siempre y cuando estés lo suficientemente sobrio para recordarla…
TOP 5
Es probable que el término “aguafiestas” nunca se haya aplicado tan bien como en el caso que Abby, de 29 años, confidenció a la revista estadounidense Cosmopolitan en marzo de este año.
Según cuenta, durante su despedida de soltera, ella y su grupo de mejores amigas se trasladaron a un hotel para dar inicio a una épica noche de juerga. Tras decidir que ya habían tenido suficientes tragos y juegos, se trasladaron hasta el que era su local favorito para bailar, del cual reservaron el nombre.
El problema: a esas alturas una de las invitadas ya estaba totalmente ebria, tanto, que las chicas optaron por llevarla al baño. Grave error.
Quizá pensando en hacer que oliera mejor el cuarto, la joven confundió un aerosol de gas pimienta que portaba para defensa personal y lo vació completamente.
“Todas salimos del baño asfixiadas, tosiendo y llorando. Entonces el gas comenzó a salir e irritar a otras personas dentro del club. ¡Tuvieron que cerrar la discoteca hasta que pudieran ventilarlo! Sobra decir que hasta ahí llegó nuestra noche de fiesta y lo peor es que la chica ni siquiera podía recordar lo que pasó”, sentencia Abby.
TOP 4
Si quieres disfrutar de tu despedida de soltero, sigue un solo consejo: no la lleves hasta un campo de golf donde hayan adultos mayores que se tomen el juego con demasiada seriedad.
(Fuera de eso, ¿a quién se le ocurre celebrar su despedida de soltero en un campo de golf?)
Ocurrió a fines de abril de 2012 que Donald Salsbery y seis de sus amigos fueron hasta un bar para celebrar la futura boda de este, cuando el grupo propuso ir hasta el campo de golf municipal de Jacksonville Beach en Florida para practicar un poco de deporte.
El medio local Jacksonville.com entrega versiones encontradas de lo que sucedió a continuación. Según un grupo de 4 adultos mayores veteranos tanto en edad como en el juego, los muchachos estaban demasiado ebrios y no sólo seguían bebiendo, sino que eran ruidosos, molestos y tardaban una inmensidad en irse de cada punto donde trataban de jugar. Salsbery niega que estuvieran borrachos.
Como sea, ambos grupos acabaron en una agria discusión, donde el más exaltado parecía ser James Hines, un hombre de 61 años que exigió a los jóvenes comportarse. “¡Aprendan a respetar a sus mayores!”, les habría gritado.
Dado que estos le respondieron que habían pagado su entrada y tenían derecho a jugar como quisieran, Hines pasó a la acción: tomó su carro de golf -un pequeño automóvil eléctrico- y lo condujo a toda la velocidad que permitía contra los fiesteros, arrollando la pierna de uno e impactando a otro hasta lanzarlo contra el suelo. Pero el asunto estaba sólo comenzando, ya que el hombre se bajó del vehículo con un palo de golf para darle de golpes al resto del grupo.
“El anciano se lanzó contra el novio y también comenzó a golpearme”, dijo Murdock Hampe, de 27 años. La imagen a continuación debe haber sido caricaturesca, ya que los otros 4 jóvenes derribaron a Hines y, en el tumulto, cayeron todos a una trampa de arena, donde fueron separados por el personal del campo.
Tras su llegada, la policía arrestó a Hines bajo cargos de agresión con un arma mortal. En tanto, Hampe debió ser llevado al hospital para tratar su pierna y un golpe que recibió en la cabeza con el palo. Otro de los jóvenes, Michael Hankin, fue atendido por paramédicos en el lugar.
“Sólo queríamos pasar un día de celebración y camaradería y justo al final terminó en esta locura. Ese hombre debe haber tenido un muy mal día”, se lamentó el novio.
TOP 3
Está claro que si te casas es porque quieres que tu pareja te acompañe toda la vida. Sin embargo no es necesario que te acompañe en todos y cada uno de los momentos de tu vida… y menos si se trata de tu despedida de soltera.
También en una confesión hecha a la revista Cosmopolitan, Lacey, de 24 años, narra cómo el verano de 2016 se propuso organizar la fiesta de una de sus mejores amigas de la universidad. Para ello rentó una casa mediante en la localidad de Chattanooga, en Tennessee, compró algunos juegos picantes y decoró el lugar como la ocasión lo ameritaba.
Sólo entonces tanto ella como las demás invitadas se enteraron de que el novio las acompañaría todo ese fin de semana porque… no quería estar solo.
“El tipo echó todo a perder. No pudimos ir al bar de margaritas que teníamos planeado porque al novio no le gustaba tomar margaritas. Luego insistió en que quería participar en los juegos con nosotras, lo que nos hizo sentir muy incómodas”, cuenta Lacey. La situación siguió escalando y subiendo la tensión, hasta que la joven estalló y le dijo al novio que era ridículo que estuviera ahí con ellas porque estaba arruinando la fiesta. “Entonces, para rematar, se puso a responderme faltándome el respeto. Tuve que hacer acopio de todas mis fuerzas para contenerme y no golpear al futuro esposo de mi amiga”, detalla.
Y como si esto hubiera sido poco, algunas de las chicas tuvieron que dormir en el suelo porque el novio quería usar la habitación principal.
Una joya para la familia.
TOP 2
En 2012, uno de los lectores de la revista deportiva Barstool Sports hizo el relato de lo que puede ser una de las bromas más bizarras que se registren durante una despedida de soltero.
El autor cuenta que se encontraba en un concurrido bar de la ciudad de Ainsworth en Washington, viendo el encuentro entre los Knicks y los Rangers por la NBA. Entonces, pensó que sus ojos lo estaban engañando…
“Repentinamente, vi a un enano que se parecía a Rick James riendo y saludando a todo el mundo, mientras recorría el local arrastrando tras él a un pobre sujeto con el que estaba encadenado con unas esposas. Primero creí que había bebido tanto que ya estaba alucinando. Luego vi a un grupo de cerca de 30 muchachos los rodeaban y se reían del sujeto, mientras hacían que ambos desfilaran por todo el bar”.
¿Cuál era la explicación? Se trataba de los amigos del novio, quienes decidieron que no le podían dejar mejor recuerdo de su despedida de soltero que contratando a un enano que imitaba al fallecido ídolo de la música disco para que se paseara encadenado a él toda la noche.
“Sus amigos eran tipos realmente perversos. El pobre novio tuvo que pasársela ahí, tratando de sonreir. Ni siquiera pudo librarse de su acompañante para ir al baño. Y lo peor, es que incentivaban a la gente a tomarles fotos, momento en que el enano aprovechaba de hacerle morisquetas”, detalla.
¿Tratan de imaginarlo? No es necesario, el autor tiene pruebas fotográficas:
TOP 1
En un compendio de historias de la popular revista estadounidense Thought Catalog, la editora Lisa Woods recoge la curiosa historia de un hombre que sólo quiso identificarse como J.A., y cuya despedida de soltero acabó siendo todo lo opuesto a una celebración.
Dejemos que sea él quien lo narre:
“Mi despedida de soltero fue una verdadera noche para recordar.
Por irónica coincidencia, mejor amigo y padrino de boda estaba tramitando su divorcio mientras que yo estaba saltando a mi matrimonio. Pese a esto, él ofreció su casa para mi despedida de soltero. Cuando llegué lo encontré sentado en el suelo de su living. En el suelo porque, literalmente, no tenía ningún mueble.
Sucede que mientras él se encontraba en el trabajo, su esposa vino y “limpió” la casa, no precisamente con implementos de limpieza. Se lo había llevado todo. No habían muebles, no habían vasos en la cocina, ni siquiera habían cortinas. Sólo dejó la ropa de mi amigo tirada en el piso porque incluso se llevó los colgadores. ¿Y los tragos que había comprado para la fiesta? También se los llevó. Sólo dejó una botella vacía en un refrigerador que hasta esa mañana estuvo abarrotado. Hasta se llevó la mostaza. Fue un saqueo.
Así que estaba sentado en el piso, desolado y abrumado. Sólo interrumpía su silencio para responderme alguna pregunta con un gruñido monosílabo.
El resto de los chicos llegaron y algunos de ellos traían packs de botellas de cerveza. Sin ánimo para abandonarlo, todos nos sentamos en el piso del living, jugando a lanzar tapas de botellas a una botella vacía en el centro del cuarto. Si la golpeaba y hacía un campaneo tipo “¡ting!”, todos hacíamos “¡yeeeeey!” como si fuera una especie de número humorístico surrealista.
En un momento, uno de nosotros encontró una baraja de cartas en una pila de cosas tiradas en una esquina del comedor, que ella decidió no llevarse. Estuvimos lanzando cartas a la misma botella por un rato, hasta que uno de los chicos hizo un descubrimiento:
Se había llevado todas las cartas de corazones de la baraja, dejando sólo diamantes, mazos y espadas.
Mi amigo comenzó a sollozar.
Sólo logré tomar dos cervezas, nos contamos unos a otros historias de desilusiones amorosas y pasamos la mayor parte de la noche tratando de convencer a mi amigo de que estaría mejor ahora. La mayoría de los chicos se fueron, mientras yo me quedé hasta el amanecer con un padrino de bodas que me rogaba “¡no lo hagas, no te cases, no vale la pena!”.
Oh, sí, los viejos buenos tiempos”.
Fuente: BioBioChile.cl