Después que un movimiento de miembros de la seguridad de la Primera Dama de la República Dominicana, Cándida Montilla de Medina, fracasó en tratar de sacar de la misa a la virgen de La Altagracia a un gupo de activistas de la Marcha Verde, a quienes les exigieron quitarse las gorras y gorros verdes y que no protestaran, encontrándola negativa de policías de la ciudad, los opositores se apostaron frente a la catedral San Patricio al final de la misa, donde lanzaron consignas contra la esposa del presidente Danilo Medina, el Gobierno, contra la impunidad y la corrupción.

Los activistas verdes, bajo el intenso frío y fuertes vientos de ayer domingo, estuvieron por espacio de unos 20 minutos frente al histórico templo y luego se dispersaron.



Mónica Zapata, una de las activistas que dirigió la protesta, dijo que el mensaje de la Marcha Verde, llegó al pueblo tanto dentro como fuera de la catedral, cumpliendo la misión y el objetivo de denunciar a los ladrones y corruptos del Gobierno.



Zapata, dijo al periodista Miguel Cruz Tejada de El Nuevo Diario que fueron interceptados a la puerta de la catedral poco antes de las 2:00 de la tarde, por espalderos de la Primera Dama, quienes les advirtieron que para entrar, tenían que despojarse de los atuendos verdes o no iban a entrar.

Zapata dijo que el hombre que estaba al frente de un grupo de diez elementos de seguridad, se les identificó como parte del equipo que protege a la Primera Dama.

“Desde que llegamos, él se identificó como que trabaja en la seguridad de la Primera Dama. Seguro, que los de la catedral, especialmente con nuestra actitud cívica y callada, no se iban a meter con nosotros, como no lo hicieron los policías de Nueva York a quienes ellos acudieron”, dijo Zapata.

Se produjo un escarceo a la entrada y policías de Nueva York, se negaron a actuar, explicándoles a los guardaespaldas que no estaban violando ninguna ley por lo que podían ser arrestados o expulsados de la catedral.

Los activistas, accedieron a quitarse las gorras y los gorros, pero se quedaron con los atuendos verdes y entraron al templo, donde según un video en vivo transmitido en facebook por Zapata, los de la seguridad continuaron en apariencia, presionando para que no hubiera protesta.

Zapata dijo que no fueron movidos del frente de la catedral y que decidieron irse al poco rato porque la meta se cumplió.

La activista agregó que “no nos pudieron sacar, estuvimos ahí hasta que se terminó la misa”.

Zapata reiteró que la seguridad les exigió que con ese color, el verde, no podíamos estar en la misa.

“Cuando les dijimos que no nos íbamos a ir de la catedral, buscaron a la policía”, dijo.

“Ya dentro de la catedral, nos rodearon como diez de ellos, algunos se sentaron en los mismos bancos que nosotros, metiéndonos presión, pero nos mantuvimos firmes”, añadió Zapata.

“Ellos y algunos policías, nos miraban como si fuéramos criminales”, dijo.