El estado de Texas, en Estados Unidos, tiene previsto ejecutar el jueves a un hombre que mató a sus dos hijas mientras su exmujer escuchaba todo por teléfono.

disparó a las niñas, de seis y nueve años, en 2001, cuando estaban visitándole para cenar. Mató a ambas mientras hablaban con su madre por teléfono, en aparente venganza por la denuncia que ésta había puesto contra él por violar su libertad condicional y que le podría haber llevado de nuevo a la cárcel.



Las últimas palabras de Faith, la niña de nueve años, fueron: «No, papá. No lo hagas».

Ella y su hermana fueron encontradas muertas en el apartamento de Battaglia en la zona de Dallas con múltiples heridas de bala.



El abogado de Battaglia apeló que su cliente sufre enfermedades mentales y delirios que le incapacitan para entender por qué ha sido condenado.

En una entrevista con The Dallas Morning News, Battaglia negó su responsabilidad en la muerte: «No siento como si las hubiese matado».

Los fallos judiciales previos retrasaron la fecha de la ejecución, pero un juzgado de apelación federal denegó, el jueves, una de sus últimas peticiones. La apelación final está pendiente de resolución en la Corte Suprema de Estados Unidos.

Si fuera ejecutado, Battaglia sería el segundo reo de Texas en recibir la pena capital esta semana, y el tercero en lo que va de año.

Texas, que realiza la mayoría de las penas de muerte en el país, es también el único que este año ha ejecutado algún reo. El siguiente caso está previsto para el 13 de febrero en Ohio.