SANTO DOMINGO. Hoy se cumplen 25 años del asalto-secuestro a la sucursal del Banco del Progreso, ubicada en la avenida Independencia esquina calle Socorro Sánchez, del sector de Gazcue, donde cuatro mujeres fueron tomadas como rehenes.
El comunicador Huchi Lora, quien sirvió como mediador entre el perpetrador del hecho y la policía, dice que aún recuerda la desesperación e incertidumbre que matizaron ese día, no solo para los allí presentes, sino para todo el país.
“Lo subestimé y sobreestimé mi habilidad para convencerlo. Pensé que era un delincuente común y como cualquier malhechor si se veía rodeado por la policía se entregaría.
Por esa razón pensé ser el medio para que este se entregará. Pero nadie se imaginaba que era un médico cirujano, y que no aceptaría ninguna solución que permitiera descubrir su identidad ante la sociedad”, dijo Lora a Diario Libre..
El primero de marzo de 1993, el médico cirujano Cristóbal Eliseo Payano Rodríguez, agobiado por las deudas y cubriendo su rostro con una máscara de payaso, decidió asaltar el referido banco.
El hecho, que se inició alrededor de las 2:00 de la tarde y que se extendió hasta la madrugada del día siguiente, mantuvo en vilo a la sociedad dominicana, que le dio seguimiento a través de los diferentes medios de comunicación y que en algunos casos se amontonaron a las afueras de la institución bancaria hasta el último momento.
El hecho ha sido considerado “uno de los casos peor manejados por la policía de la época”, debido su falta de equipamiento y experiencia en rescate de rehenes. Lo que ocasionó la muerte innecesaria de Celeste Paulino de un disparo en la cabeza durante el tiroteo entre Payano y los agentes, y dejó varias personas heridas.
Según Lora, gracias a los videos, se pudo determinar que el tiro que mató a la joven lo realizó Payano Rodríguez, a pesar de las creencias de que habían sido los agentes de la Policía Nacional.
El desenlace también fue trágico para el médico cirujano y asaltante, quien murió de múltiples disparos realizados por agentes en el lugar. Cumpliendo así con el lema de «fuga o muerte» que según Lora repetía con frecuencia Payano Rodríguez, el cual también sirvió para titular la novela escrita por el comunicador, donde relata los hechos sucedidos durante el asalto.