CARACAS (AP) — El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, recibió el mes pasado a un importante asesor republicano del Congreso de Estados Unidos para abordar la posible liberación de un hombre de Utah, que lleva más de 20 meses encarcelado en el inestable país sudamericano, según dijeron a The Associated Press seis empleados del gobierno y el Congreso.
Se desconoce si se hicieron progresos en las conversaciones informales para conseguir la libertad de Joshua Holt, pero el mero hecho de que Maduro se reuniera con el funcionario, y a su vez enviara esta semana un representante a Washington, podrían apuntar a movimientos en un caso que se ha convertido en una complicación mientras crecen las tensiones entre los dos países.
Las conversaciones, que no fueron anunciadas, comenzaron cuando Caleb McCarry, asesor republicano del Comité de Relaciones Exteriores, viajó a Caracas en febrero. Allí se reunió con Maduro y con la primera dama, Cilia Flores, para abordar el encarcelamiento de Hold, según los asesores, que aceptaron comentar el asunto a cambio de no dar su nombre debido a lo sensible de las negociaciones indicó telenoticias.
McCarry, que conoce a Maduro desde hace más de 15 años, hizo la inusual visita a petición del senador Orrin Hatch, republicano por Utah. Durante su estancia en Caracas visitó a Holt en prisión y le entregó una carta del senador.
Se cree que el gobierno de Trump está al tanto de las operaciones, aunque no hay indicios de que haya prestado apoyo a la iniciativa.
La portavoz del Departamento de Estado Heather Nauert declinó hacer comentarios el lunes cuando se le preguntó por los contactos informales, y dijo solo que “estamos decepcionados porque el señor Holt no haya sido liberado por motivos humanitarios”.
Las discretas conversaciones incluyeron una inesperada visita esta semana de un aliado cercano de Maduro, el gobernador del estado de Carabobo, Rafael Lacava, que viajó a Washington para tratar el tema, según tres empleados del Congreso informados de la visita.
Holt, de 25 años, viajó a Caracas en junio de 2016 para casarse con una mujer, mormona como él, a la que había conocido practicando su español. La pareja estaba esperando a que ella recibiera su visa estadounidense cuando fueron detenidos durante una redada policial en el complejo de viviendas oficiales en el que vivían. Las autoridades venezolanas alegaron que Holt estaba almacenando “armas de guerra”.
Las autoridades estadounidenses han pedido varias veces la liberación de Holt por motivos humanitarios, considerando que las acusaciones contra él y su esposa, Thamara Candelo, son falsas y con motivaciones políticas.
Está retenido a la espera de juicio en la misma cárcel de Caracas que algunos de los principales opositores de Maduro, una detención que ha tensado aún más unas relaciones bilaterales ya marcadas por las sanciones estadounidenses y las acusaciones casi diarias de Maduro de que Washington trabaja con sus rivales para derrocar su gobierno socialista.
El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, dijo en un viaje reciente a Sudamérica que Estados Unidos podría imponer duras sanciones sobre el crudo a Venezuela y se mostró a favor de la posibilidad de que el Ejército venezolano derrocara a Maduro.
La visita de Lacava, que viajó a Washington el domingo tras recibir una visa estadounidense, ha sido recibida con hostilidad por el senador Marco Rubio, un republicano de Florida que es un duro crítico de Maduro y tiene influencia sobre el presidente, Donald Trump, en lo referente a Venezuela.
En un email enviado por la oficina de Rubio a otros republicanos del Comité de Relaciones Exteriores, el senador describió la visita de Lacava como un esfuerzo de negociar la libertad de Holt a cambio de un alivio en las sanciones o la liberación de los dos sobrinos de la primera dama de Venezuela, condenados el año pasado por tráfico de drogas en una corte federal de Nueva York.
El mensaje de Rubio citaba reportes sobre la supuesta implicación de Lacava en lavado de dinero y otras actividades delictivas. También afirmaba que el senador de Florida había recibido garantías de la Casa Blanca y el Departamento de Estado sobre que ningún miembro del gobierno se reuniría con el enviado venezolano.
“El hecho de que Rafael Lacava haya venido siquiera a Estados Unidos para negociar un acuerdo de sanciones por rehenes demuestra que Holt está detenido como herramienta negociadora”, indicó el correo, del que AP obtuvo una copia y cuya autenticidad fue confirmada por la oficina de Rubio. “Las meras noticias sobre reuniones de alto nivel podrían ser utilizadas por Maduro para sembrar la confusión y la duda en las mentes de nuestro aliados regionales sobre el compromiso de Estados Unidos con las sanciones”.
No fue posible contactar con Lacava, y el enviado no ha hecho comentarios públicos desde que Rubio lo criticó el domingo en un tuit. El Ministerio venezolano de Comunicaciones declinó hacer comentarios.
Un empleado del Congreso dijo que Lacava solo había solicitado reuniones en el Capitolio y que el único propósito de esos encuentros era pedir la liberación de Holt y no negociar nada a cambio. Es improbable que surja cualquier conversación sobre levantar sanciones porque ese es un asunto sobre el que decide el gobierno, señaló el funcionario.
McCarry conoce a Maduro de cuando ambos formaban parte del Boston Group, un grupo informal que abarcaba todo el espectro político _demócratas, republicanos, socialistas y capitalistas_ de ambos países que trabajaron de forma discreta para reparar las relaciones entre ambos países tras un breve golpe de Estado en 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez. Estados Unidos reconoció al gobierno que surgió brevemente del golpe fallido.
Maduro y Flores formaban parte de la delegación de legisladores que viajó a Massachusetts, al igual que representantes estadounidenses como el entonces senador John Kerry. McCarry trabajaba entonces para uno de los republicanos fundadores del grupo, ahora disuelto, y durante los años ha mantenido el contacto con muchos funcionarios venezolanos.
En 2015 también acompañó al senador Bob Corker, un republicano de Tennessee que preside el Comité de Relaciones Exteriores, en un viaje a Caracas.