Commerzbank, el segundo banco en importancia en Alemania; Mozilla, propietaria del popular navegador Firefox; y Sonos, altavoces inalámbricos y sistemas de sonido para el hogar, no anunciarán en Facebook
Tras dos años de crisis y el escándalo de la malversación de datos personales de 50 millones de sus usuarios, Facebook enfrenta ahora un nuevo problema: la ansiedad entre sus anunciantes que, inquietos por los traspiés gerenciales, han suspendido sus publicidades en la plataforma.
Varias empresas anunciaron que retiran su publicidad de Facebook, más allá de esos pasos que muchos consideran insuficientes porque son internos: la revista The Economist, por ejemplo, explicó que una verdadera auditoría sería externa e independiente.
Entre las compañías que ya no pondrán publicidad en la red social se destacan Commerzbank, el segundo banco en importancia en Alemania; Mozilla, propietaria del popular navegador Firefox; Sonos, fabricante de parlantes para audio inalámbricos y Pep Boys, la cadena estadounidense de autopartes.
“Si los consumidores dejan de compartir en la plataforma, lo cual reduciría el poder de Facebook como herramienta de marketing”
“La gente está realmente fastidiada y molesta”, dijo a WSJ un ejecutivo de “una agencia que va a observar de cerca si la base de usuarios de Facebook cae de manera significativa”, según el periódico. “Otro tema, dijo el ejecutivo, es ver si los consumidores dejan de compartir en la plataforma, lo cual reduciría el poder de Facebook como herramienta de marketing”.
Como los avisos son el centro del modelo de negocio de la red social, la empresa de Mark Zuckerberg tomó medidas para prevenir que la situación se vuelva más amplia. Se comunicó con los organismos de comercialización de avisos, empresas de marketing y agencias publicitarias de importancia, como WPP, Dentsu y Omnicom Group para detallarles su plan de auditoría de todas las aplicaciones de su plataforma para ver si hubo otros abusos y para asegurar que de ahora en más todos los datos personales están protegidos, informó The Wall Street Journal.