Los medicamentos le hacen soportar el fuerte dolor que le dejó el salvaje ataque con múltiples heridas que casi le provocan la muerte. Pero además, el merenguero dominicano conocido como Mala Fe se indigna por la indiferencia de quienes una vez fueron sus vecinos.
La discusión comenzó con unos adolescentes que obstruían la calle 180 en Manhattan por donde el transitaba pasadas las 8 de la noche de este sábado, al tocar bocina la situación se tornó agria.
El encuentro que Mala Fe tendría con sus músicos quedó interrumpido en esta área donde ha habido incidentes previos.