Raúl Jim nos envía el siguiente correo electrónico preocupado por una nota que publicamos hace unas semanas en las que se indicaba que el Tribunal Constitucional tiene un gran reto sobre el tema de los matrimonios entre personas del mismo sexo en la República Dominicana.
Este es su punto de vista en el que se manifiesta a favor de las uniones homosexuales.
«Hoy sin ser casualidad, ya que buscaba información sobre los matrimonios entre personas, sí; personas, del mismo sexo, veo un titular en su periódico: Gran reto para el tribunal constitucional…
No entiendo lo del “reto” ya que se entiende en el siglo 21 que estamos que una constitución debe ser igualitaria para toda persona, sea negra, blanca; sea alta o baja; discapacitada o intelectual; hetero o gay; en fin, tópicos típicos que a lo largo del tiempo se han instaurado en unas sociedades que solo miran sus bolsillos.
Los “moralistas” esos que tantos golpes de pecho se dan y ponen el grito en el cielo de que si es no es pecado, que si la biblia, que si eso o lo otro, esas lindas personas que miran a otro lado si alguien les pide un trozo de pan porque no tienen para comer, o dejan niños huérfanos en una institución porque así ganan más ayudas, subvenciones, a esas lindas personas yo les digo, respeten y sean personas honestas.
Un matrimonio debe ser y es la unión de dos personas que desean legalmente formar su condición personal. Digo legalmente, porque es una figura instaurada dentro del marco legal. Debido a que en muchos países casarse implica ciertos beneficios legales, ayudas si hay hijos, pensiones en caso de infortunios, etc…
Por eso digamos que me hace gracia y pena al mismo tiempo de ver que las constituciones se regulan en base a un pensamiento, no a un estado de bienestar.
Si se habla de matrimonio, por que hacer diferencia entre si es entre hombre/mujer; hombre/hombre; mujer/mujer…
Un poco de por favor, ¿familia? Hahn si, cierto, la familia, esa protección. ¿Acaso dos personas del mismo sexo, no son familia?
Pues señores, si son familia. Una familia es el conjunto de personas unidas por lazos sanguíneos o lazos sentimentales o lazos de convivencia, o cualquier tipo de lazo que entre ellos adquieran de forma sólida.
¿Cierto es y eso creo que no es discutible que una pareja de hombre y mujer pueden tener hijos de forma natural, salvo casos en los cuales uno de ellos no pueda tenerlos, ya dejarían de ser familia? De igual forma una pareja compuesta por dos personas iguales en sexo pueden optar a ser una familia, ya que, gracias al avance genético, gracias a que la humanidad ha ido evolucionando en muchos sentidos a una mejoría, hay formas de engendrar un hijo propio o bien optar por la opción de adoptar una persona desamparada y darle la oportunidad de pertenecer a una familia, recibiendo los mismos valores, educación y oportunidad en este mundo tan ingrato y egoísta.
Por eso que reto ni que boberías decimos, el reto es poder afirmar que tenemos un mundo realmente respetuoso, una sociedad que nadie es mejor ni peor, si no diferente.
Dejemos ciertos conceptos “ideológicos” y retrasados intelectualmente y aceptemos de una vez la diversificación de las personas. Sean como sean, piensen como piensen o quieran como quieran.
Una vez siento más joven leía… “El amor no tiene edad” … ni tampoco tiene sexo.
Así pues, señores legisladores, que además no se olviden, trabajan para el pueblo y por el pueblo, en general no para unos pocos de miles, si no para el conjunto general. Revisen, no hagan retos, que no vamos a escalar el Everest, revisen que sea igualitario para todos. Que si una pareja sea como sea quieren unirse y formar parte uno de otro, lo hagan bajo las mismas condiciones y derechos y obligaciones que cualquier otra pareja.
Por qué uno va a tener más derecho que yo, solo porque yo pienso diferente, sienta diferente o me guste algo diferente.
Quien es esa persona más que yo. Que el da derecho a opinar sobre mi vida. ¿Acaso me paga las facturas? ¿Acaso es sobrenatural y se cree más que nadie?
Si hay un gobierno elegido por el pueblo para que organice de forma buena los recursos del país. Para que ese país sea próspero y sus habitantes se sientan que son gobernados en justa medida, ahí tienen su “reto” … TODOS SOMOS IGUALES, PERSONAS.»