El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este viernes el inicio de ataques «de precisión» contra múltiples objetivos en Siria, en una operación coordinada con Francia y el Reino Unido.
En un mensaje desde la Casa Blanca, Trump afirmó que el objetivo de los ataques es «establecer una firme contención» a la capacidad siria de «producir, diseminar y utilizar armas químicas».
«Estamos preparados para sostener esta respuesta hasta que el régimen sirio cese de utilizar agentes químicos prohibidos», dijo el mandatario.
Trump aseguró que el sábado el gobierno de Al Asad «utilizó armas químicas para masacrar civiles inocentes cerca de la capital», un acto que definió como «despreciable y maligno».
En el Pentágono, un funcionario informó que el ataque ordenado por Trump fue dirigido contra «numerosos objetivos» y que fueron utilizados «diversos tipos de bombas».
Las mismas fuentes también aseguraron que fueron utilizados aviones en los ataques contra los objetivos en territorio sirio.
Instantes después del discurso de Trump en Washington, un reportero de AFP en Damasco reportó que se escucharon fuertes explosiones en las proximidades de la capital siria.
Apoyo de aliados
Los aliados de Washington justificaron la iniciativa.
En un comunicado oficial, la primera ministra británica, Theresa May, aseguró que no existía una «alternativa» al uso de la fuerza y que por ello su gobierno se sumó a los ataques.
«Esta noche he autorizado a las fuerzas armadas británicas a llevar a cabo bombardeos coordinados y dirigidos para degradar las capacidades de armas químicas del régimen e impedir su uso», señaló.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró que las acciones militares se circunscriben «a las capacidades del régimen sirio sobre las armas químicas».
Durante su discurso en la Casa Blanca, Trump formuló severas advertencias a Rusia e Irán, dos países aliados del gobierno de Siria.
De acuerdo con Trump, en 2013 el gobierno ruso aseguró que garantizaría la eliminación del arsenal sirio de armas químicas.
«El ataque con arma química (del sábado) y la respuesta de hoy (viernes) son el resultado directo del fracaso de Rusia en cumplir sus promesas», dijo el mandatario.
Rusia, añadió, debe decidir si se mantiene en ese «sendero oscuro» o si se sumará a las «naciones civilizadas».
Además, Rusia e Irán son «responsables por apoyar, equipar y financiar al régimen criminal» de Siria, dijo.
Agravamiento de tensiones
El ataque de este viernes coronó una jornada marcada por intensa movilización diplomática en la ONU, donde el secretario general, Antonio Guterres, formuló un dramático llamado a todas las partes involucradas a actuar con «responsabilidad» para evitar que se agravara un conflicto ya catastrófico.
Guterres dijo que era imperioso evitar una «escalada militar total» en Siria, situación que atribuyó en parte a la «incapacidad de encontrar un compromiso para establecer un mecanismo de investigación» sobre lo ocurrido en Duma.
Sin embargo, las decisiones se precipitaron después que el Departamento de Estado informó que poseía «pruebas» de que efectivamente el gobierno sirio había utilizado un arma química en la región de Duma.
En el Consejo de Seguridad de la ONU, el representante de Francia, François Delattre, apuntó que era necesario «detener la escalada química» en Siria, y subrayó que Naciones Unidas no podría «permitir que un país desafíe al Consejo de Seguridad y al derecho internacional».
Delattre añadió que Francia «asumirá la responsabilidad», y apuntó que el gobierno sirio había alcanzado un «punto de no retorno».
A su turno, la embajadora británica, Karen Pierce, apuntó que Rusia impulsaba una violación de las normas internacionales solo para sostener al gobierno sirio.
«No vamos a sacrificar el orden internacional que hemos construido colectivamente por el deseo ruso de proteger a su aliado a cualquier precio», señaló.
En opinión de Pierce, las acciones de Rusia en Siria son «perjudiciales a nuestra seguridad».
Reacción a «puesta en escena»
En respuesta, el embajador de Siria, Bashar Jaafari, adelantó en el Consejo de Seguridad que su país no tendría «otra opción» que defenderse de una agresión militar.
«Esto no es una amenaza. Esto es una promesa», dijo el diplomático sirio en medio de un grave silencio en la sala.
En tanto, también en la ONU, el embajador de Rusia, Vasili Nebenzia, acusó a los países occidentales de estar movidos por el deseo excluyente de tumbar al gobierno de Bashar al Asad.
Poco antes del inicio de esta crítica reunión en la ONU, en Moscú el portavoz del ejército ruso, Igor Konashenkov, dijo en conferencia de prensa que lo ocurrido en Duma fue una «puesta en escena».
De su lado, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió este viernes a Macron sobre los riesgos de adoptar una acción «irreflexiva y peligrosa» en Siria.
Tal atropello de la Carta de la ONU tendría «consecuencias imprevisibles», le dijo Putin durante una conversación telefónica, según una nota oficial distribuida por el Kremlin.
La Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) anunció que sus expertos comenzarán el sábado su trabajo para investigar las acusaciones de un ataque con gases tóxicos en Duma.