En el transcurso de nuestras vidas nos vemos atacados por fuerzas espirituales que quieren destruirnos por medio de enfermedades, las cuales asaltan nuestro cuerpo para traer muerte. Si no tenemos el conocimiento de la Palabra, este ataque puede alcanzar su propósito.
Cuando esto sucede, lo primero que nos llega son pensamientos de incertidumbre, duda, temor, incapacidad, y se nos olvida quiénes somos en Cristo. Job vivió momentos muy amargos y de mucho dolor, en los cuales sintió que Dios no estaba con él. Pero en medio del torbellino, el Señor se le presentó y le habló, queriendo decirle con esto que Él estaba con él, que no se había apartado. En ese momento, Job comprendió que no estaba solo y que Jehová era su sustento.
Ante cualquiera represalia tenemos que atacar por medio de la fe en Cristo, la cual nos asegura que Él tiene las llaves del reino de la muerte, que ningún mal podrá venir sobre nosotros, porque venció y está por encima de todo, mostrando Su justicia y Su misericordia para con nosotros.
Declara sobre tu cuerpo: órganos, huesos, células, sistema inmunológico, tejidos, músculos, sangre, tendones… que están sanos y libres de toda enfermedad, que largura de días vienen sobre tu vida, porque desde el Génesis hasta el Apocalipsis Él nos declara Su poder sobre la muerte ¡Él es nuestro Rapha!
Por la pastora Montserrat Bogaert ( Iglesia Monte de Dios)