Una Melania Trump enfundada en un traje sastre azul rey y con los ojos ligeramente entrecerrados fue desvelada esta semana en el museo de cera de Nueva York, una réplica muy similar a la enigmática primera dama estadounidense.
Melania Trump, que esta semana ha hecho de anfitriona de la pareja presidencial francesa durante su visita a Washington, es «una persona muy cariñosa y amable», a menudo «subestimada», dijo el exportavoz de la Casa Blanca Sean Spicer, invitado por el Museo Madame Tussauds, en Times Square, para presentar su nueva atracción.
«Ella ciertamente le sigue el pulso a la actualidad política y a los medios y puede ofrecer consejos sabios al presidente», dijo Spicer, quien dejó la Casa Blanca en julio pasado.
Mientras circulan un sinfín de especulaciones sobre posibles dificultades entre Melania y Donald Trump, con quien varias mujeres dicen haber tenido relaciones extramatrimoniales, Sean Spicer aseguró que había entre los cónyuges presidenciales «amor genuino y cariño, y eso es lo más importante».
El exportavoz, que dio la cara ante los periodistas durante seis meses en la Casa Blanca, se negó a contar ninguna anécdota sobre la presidencia de Trump y se conformó con anunciar el lanzamiento el 24 de julio de su libro de memorias titulado «The Briefing».
«¡Compren mi libro!», soltó simplemente.
El último libro sobre el ambiente de la Casa Blanca, «Fuego y furia», del periodista Michael Wolff, tuvo un ruidoso lanzamiento en enero y ha vendido unas dos millones de copias.
La estatua de cera de Melania Trump, colocada junto a la de su marido en un decorado que recuerda a la Casa Blanca, se trasladará el 31 de mayo de Nueva York al Museo Madame Tussauds de Washington.
