SANTO DOMINGO. El 29 de marzo, cuando arrancó la temporada de las Grandes Ligas, la República Dominicana ratificó el liderazgo productor de peloteros al colocar 71 hombres en las plantillas de 25, pero nunca antes, desde que arrebató la primera posición a Puerto Rico en 1978, arrancó un curso con ese estatus en más peligro, porque Venezuela comenzó con 66.
Tomó menos de un mes para que los rosters presentaran más nacidos en tierra de Bolívar que de Duarte en un curso, el 25 de abril (84-83) un hecho que no se producía desde 1957 cuando apenas había llegado un quisqueyano al Big Show (Osvaldo Virgil).
Es una ventaja que se mantenía hasta el día de ayer entre nativos (87-85), aunque los de nacionalidad dominicana mantienen la ventaja por la mínima (88-87) gracias al aporte de la diáspora (Manny Machado, Dellín Betances y Jeimer Candelario). El tricolor puede terminar delante en septiembre porque de momento conserva una mayor presencia en nómina de 40 hombres.
Señala Diario Libre que en el país ya se encienden las alarmas, no porque se haya paralizado la producción de talentos (en 2017 jugó una cifra récord de nativos en La Hispaniola con 152), sino porque algunos ven estancamiento y falta de aprovechar espacios que están disponibles, puesto que la MLB no impone cuotas, si bien fomenta la diversidad.
Y es que aún en la actualidad en número de firmas los dominicanos superan en más de un centenar a los venezolanos (486-319 en 2017 y 454-236 en 2014), pero el orificio de los que se quedan en el camino es mucho mayor entre los nacidos en el Caribe insular. Además de que los paisanos de Luperón encabezan la lista por amplio margen entre los suspendidos por dopaje.