Un cuerpo exuberante, redes sociales en las que, a propósito, suele lucir sus atributos físico, buena dicción y expresiones directas, propias de quienes se sienten seguros de sí mismos, definen a esa mujer cuyo nombre real es Arisleyda Villalona, pero a la que todos llaman “La Condesa”.

Algunas de estas características podrían parecer propias de una chica superficial, frívola y de esas que han logrado todo con poco esfuerzo y lo ostentan en las redes sociales, solo para provocar.



Pero detrás de la mujer de la televisión y algunas experiencias en cine y teatro, se puede descubrir, después de una buena conversación, una muchacha de campo, nacida en Montecristi y criada en un hogar tradicional, bajo las faldas de su madre y su abuela, quienes no la dejaban salir sola ni a la esquina.

Por rebeldía se casó a los 17 años con un hombre que le cuadruplicaba la edad, del que a los pocos días se separó, cuando sintió encima las responsabilidades de un hogar que no podía asumir. “Salí corriendo”, dice, agregando que regresó a casa de su madre y al poco tiempo volvió a ser novia del que fue su esposo.



En entrevista para El Nacional confiesa que vuelve a tener pareja a los 18 años y es en esta unión que tiene sus tres hijas.

Los medios de comunicación no estaban en sus aspiraciones en esos años, pero identificó su vocación teniendo ya 30 años, cuando frente al televisor escuchó las palabras de Amelia Vega, cuando resultó ganadora del Miss Universo.

“Ella dijo que uno no podía permitir que nadie le quitara sus sueños”, recuerda que entonces, al día siguiente se inscribió en un curso de locución y se propuso entrar a un programa de radio, lo que logró en poco tiempo.

Estudió para ser mercadóloga y recuerda que cuando llegó a la televisión ya tenía sus tres hijas.

Hoy trabaja en el Plan Social de la Presidencia, participa del programa “Super Poder”, con el segmento “Sobre la mesa”. Tiene su propio programa de televisión que se llama “Almas extraordinarias”, y preside su fundación.

El secreto es la perseverancia

A la pregunta de cómo se define, contesta: perseverante, pues lucha hasta lograr lo que quiere y una muestra de ello es que para motivar a una de sus hijas a estudiar una carrera, se inscribió en la misma con ella, y las dos ya casi terminan el derecho.

La Condesa no vive al azar, tiene sus pautas de vida, sus metas bien claras y sus prioridades establecidas. Analiza cada paso que da y esto lo lleva a cabo hasta en sus redes sociales, en las que no publica nada negativo, no las usa de desahogo ni para tirar puyas, su objetivo es motivar.