Escondida en el fondo de una casa de Amsterdam, Anna Frank escribía sin parar. Durante la Segunda Guerra Mundial, la capital de los Países Bajos estuvo ocupada por los nazis, y esta niña y su familia permanecieron ocultos durante dos años hasta que fueron descubiertos.
El final es conocido: luego de pasar por Auschwitz, Anna murió en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Fue en marzo de 1945, tenía apenas 15 años de edad.
Pero mientras estuvo escondida, escribió y escribió. Y entre todos esos textos, se realizaron nuevos descubrimientos que hoy se dan a conocer. Hablamos de las páginas 78 y 79 de Kitty, el nombre dado por Anna Frank a su primer diario, con tapa de cuadros rojos. Allí hay tachaduras y papel de estraza pegado encima.
Pero ahora, gracias a un procedimiento fotográfico digital, se ha revelado el contenido enigmático. La fundación Anna Frank ha presentado hoy, martes, pasajes de esas dos páginas y allí, de lo que habla, es de sexualidad y educación sexual. Y lo hace con toda la inocencia y la picardía de una niña de trece años en aquella época y en aquel contexto.
Las dos páginas tapadas con papel de estraza (Foto: Fundación Anna Frank)
Anna se preguntaba, por ejemplo, qué haría si alguien le pidiese que lo instruyese «sobre asuntos de sexo». «¿Cómo iba a hacerlo? Esta es la respuesta», escribe. También dice que quiere «plasmar bromas obscenas» y escribe esta: «¿Sabes por qué hay chicas de las Fuerzas Armadas alemanas en Holanda? Para servir de colchón a los soldados».
En otro fragmento, se refiere a la menstruación: «Es un signo de que una chica está lista para tener relaciones con un hombre. Pero eso no se hace antes del matrimonio. Después, sí. También se puede decidir [a partir de entonces] si se quiere tener niños o no. Si es que sí, el hombre se echa sobre la mujer y deja su semilla en la vagina de ella. Todo sucede con movimientos rítmicos».
Y cuando una pareja decide que no es el momento de tener hijos, «la mujer toma medidas internas y eso ayuda (…) Puede fallar, claro, pero si de verdad quieres hijos, a veces no es posible. Al hombre le gustan estas relaciones y las desea; la mujer algo menos, pero también».
Con la ingenuidad de una niña de su edad, habla de la prostitución y de la homosexualidad. «Si los hombres son normales, van con mujeres. Por la calle, hay mujeres que hablan con ellos y entonces se van juntos. En París, hay casas muy grandes para eso. Papá ha estado allí. El tío Walter no es normal. Hay chicas que venden esta relación».
Todo esto se descubrió en 2001 al escanearse todos los manuscritos de Anna Frank. «Ella no pierde la curiosidad de los adolescentes sobre la sexualidad», dijo Ronald Leopold, director de la fundación.
La mayor parte de sus diarios fue publicado por su padre, Otto Frank, único sobreviviente de su familia, años después de la caída del nazismo.
Se trata de un enorme y genuino testimonio que da cuenta, de forma periférica y narrada por una niña, de la persecución a los judíos, del Holocausto. El Diario de Anna Frank —el título original era La casa de atrás— fue escrito entre 12 de junio de 1942 y el 1 de agosto de 1944 y ha sido traducido a 70 lenguas y publicado en 60 países.