Washington, Estados Unidos. Cuanto más calor hace, más aires acondicionados… y cuantos más aires acondicionados, más calor hace: es el círculo vicioso de una tecnología que contribuye de forma discreta pero creciente con el calentamiento global.
En las próximas décadas se instalarán miles de millones de nuevos aparatos de aire acondicionado en todo el mundo, a medida que los habitantes de los países emergentes con climas sofocantes obtienen los medios para acceder a estos productos, tan esenciales en China e India como podría ser el refrigerador.
Pero estos equipos consumen mucha electricidad, una electricidad que hoy en día es generada principalmente en plantas de carbón o gas… que emiten gases de efecto invernadero que hacen subir las temperaturas.
A menos que haya un cambio radical en la tendencia, se prevé que las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con los aires acondicionados casi se duplicarán entre 2016 y 2050, según un informe publicado el martes por la Agencia Internacional de Energía (AIE).
La cantidad adicional de dióxido de carbono que se liberará en la atmósfera es de cerca de 1.000 millones de toneladas por año, que es como si agregáramos una África actual al planeta.
– «Crisis de frío» –
Pero los aires acondicionados tienen otro efecto de calentamiento mucho más directo y percibido por cualquiera: calientan las ciudades, porque cada aparato libera hacia la calle el calor que ha bombeado para enfriar el interior de una casa u oficina.
Un estudio de 2014 midió el aumento de la temperatura por la noche hasta en un grado centígrado en el centro de la ciudad.
El círculo vicioso se termina de cerrar con el aumento continuo del nivel de vida en el mundo, empezando por China, India e Indonesia, tres países que contribuirán con la mitad del aumento global del consumo eléctrico debido al aire acondicionado.
En Brasil, Tailandia e Indonesia, cuando mejoran los ingresos de un hogar, con frecuencia es una de las primeras compras.
La rápida urbanización, especialmente en India, está acelerando aún más el fenómeno: las maquinarias urbanas, no solo los aires acondicionados, generan calor, un calor que a su vez es absorbido por el hormigón…
Actualmente hay alrededor de 1.600 millones de aires acondicionados instalados en todo el mundo, de los cuales cerca de la mitad están en Estados Unidos y China.
Cada año se venden unos 135 millones de aparatos nuevos, tres veces más que en 1990, según el informe de la AIE. Solo en China, el mercado más grande del mundo, se vendieron 53 millones en 2016.
En India, solo 4% de los hogares están equipados con aire acondicionado, pero todo indica que la demanda explotará en las próximas décadas. «El mundo va a sufrir una crisis de frío», advierte Fatih Birol, director ejecutivo del organismo, para quien el tema de los aires acondicionados y calefacciones es «el punto ciego» del debate energético actual.
Entre las soluciones que detalla el informe están, entre otras, desarrollar la energía solar cuyo pico productivo, durante el día, corresponde al pico de consumo de aires acondicionados; y mejorar el aislamiento de los edificios.
Pero la prioridad, según la AIE, es endurecer las normas sobre el consumo eléctrico de los aparatos. Existen tecnologías energéticamente eficientes, pero los consumidores siguen optando en gran medida por electrodomésticos más económicos y más gastadores de energía, especialmente en Estados Unidos.