Por Cándida Figuereo Figueroa: Es común escuchar a alguien decir que mañana voy hacer esto y lo otro…. el tiempo no me alcanza, es demasiado trabajo. No puedo con esto ni aquello.
Planifíquese hoy. No planifiques el mañana. Cada día tiene su propio ajetreo para cargar con el fardo del mañana.
¿Conoces a alguien que haya vivido el mañana? En el breve tránsito de mi ajetreo terrenal nunca he tenido la dicha de vivir el mañana, sino el presente.
Me alegra muchísimo vivir solo el presente para no enredarme buscando el mañana y no poder alcanzarlo. Tampoco tengo la dicha de conocer en persona a alguien que haya vivido el mañana. A todo el que conozco solo le he visto en tiempo presente.
Asumo que la vida es como una exótica carambola que nos ofrece múltiples beneficios. Saberlos utilizar es muy particular en cada ser humano en este hoy que no permite vivir el mañana.
De ahí que el afán diario debe adornarse con amor en cada aspecto de la vida, aprovechando el presente que nos cuenta sin mancar en su mágico reloj las horas por vivir.
Partiendo de lo anterior, se llega a la conclusión de que hacer planes es una pérdida de tiempo. Hagas hoy lo que vayas hacer. Usted jamás verás el mañana.
Sustento lo anterior en que no he visto a una sola persona que lo que hagas sea en pasado, siempre es en presente. Y…..lo que pasó pues pasó, pero en presente.
Aprovechar el presente en asuntos positivos debe ser el norte a seguir. No esperes a mañana porque jamás podrás ver ese día.