SD. El destacado cineastas joven Andrés Farías, quien acaba de regresar del Festival de Cannes fue retenido durante casi cuatro horas por la Policía Nacional solo porque no tenía cédula arriba, aunque sí otra identificación, en el Destacamento de la Cayetano Germosén, Km.9.

“Iba para el Club del Banco Central a hacer ejercicios a las 6:00 de la mañana, me pararon unos policías, yo no tenía cédula, pero sí andaba con el carnet del Club. Les digo, mira estoy aquí al lado, en la misma calle de mi casa, a 500 metros, podemos ir y… ‘No, móntese’. Pero mi hermano vamos a hablar. ‘Móntese’.



Me montaron, me llevaron al destacamento, me quitaron todo. Pude hacer algunas llamadas antes. Me metieron en un sitio, como son, lleno de mosquitos, sin agua, sin ventilación, éramos 20 personas ahí, súper hacinados un encima del otro, y cuando llegué un pana lo que me pidió fue limpieza de los cuartos para estar ahí dentro.

Como yo estuve en Carpinteros, con José María, entendí la dinámica”, dijo el director del proyecto Candela, que acaba de participar exitosamente en Le Fabrique, un laboratorio de importantes talentos jóvenes de distintos países en Cannes.



Foto tomado subrepticiamente de la celda del Destacamento de la Policía Nacional de Cayetano Germosen (Foto servida)

El también ganador del Premio al Mejor Cortometraje del festival de Cine de Fine Arts del 2016, narró a Notaclave.com que al poco rato llegó otro detenido que se negó a que lo fuesen a registrar y sacaron dos Gilletes de afeitar, y se fue complicando la cosa, hasta que tres minutos después llegó la Policía.

“Eso acaba de ocurrir ahora mismo, salí a las 9:30 de la mañana. Salí porque los que me llevaban en el camión, me dejaron mandar un mensaje a José María Cabral con quien estoy trabajando ahora. Y le dije, voy a llegar tarde, me acaban de llevar preso. Y él averiguó y llegó”, dijo.

Andrés Farías esta misma mañana. (Foto servida)

Farías, graduado de la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, expresó que si no llega a conocer a José María Cabral, “si no conozco a nadie, me jodo”. Y reflexionó: A mí me llevaron preso por no tener cédula al lado de mi casa, mi tío fue con mi cédula a los 15 minutos de estar en el destacamento y ellos dijeron, no, el mayor no está aquí, no se puede resolver eso. O sea, seguí preso aunque se llevara la cédula, que supuestamente era el problema”.

Cuenta que en determinado momento sacaron a todos los detenidos de la pequeña celda que debe ser para dos personas, “y nos hicieron varias fotos los policías. No nos dieron explicaciones de nada.

Me sentí muy incómodo, éramos como 15 o 20 personas con gente que yo ni conozco y que sabe Dios en lo que estaban.

Entonces, cuando me vuelven a meter de nuevo en la celda traté de hablar otra vez con ellos. ‘No, para adentro, hablamos ahorita’. Y estuve ahí hasta que llegó José María. Entonces me sacaron de la celda pero me mantuvieron retenido, porque hasta que no llegara la fiscal no podía irme. Al final, luego de estar hablando y hablando, yo me indigné y José María se indignó.

Porque yo lo que estaba era vestido de hacer ejercicios y mi termo de proteínas… Entonces me dijeron que lo que pasa es que aquí “uno es culpable hasta que se demostrara lo contrario”, y lo digo textual”.

Andrés Farías aún estaba bajo shock cuando habló con Notaclave.com y no tenía nada claro qué podría hacer con lo sucedido. En el futuro quizás sea la escena de alguna película suya. Mientras tanto lo ocurrido queda registrado en su cerebro como ofuscación, impotencia, inseguridad