REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El Consorcio Unicode acaba de presentar su nueva versión: Unicode 10.0. Es decir, los nuevos emojis que usaremos cada día en muchas de las apps. En total, hay 56 emoticonos nuevos entre los que ya destacan la sirenita, el emoji hipster barbudo, el rey de la dieta détox –brócoli-, una mujer con velo y otra amamantando a su bebé.
Con estas últimas incorporaciones, ya suman 136.690 caracteres, según los datos del Consorcio por lo que nos parece el momento perfecto para hacer una recopilación de los emojis más absurdos o menos utilizados de la historia.
Caras rojas japonesas:
La primera es Oni, ogro japonés, y existe otra que significa Tengu. Ambas son criaturas típicas del folclore japonés, que no sirven para expresar nada en el resto del mundo. No obstante, puedes comprobar que todos las tenemos entre nuestros emojis de WhatsApp, aunque no las utilizaremos a no ser que nos mudemos al país nipón.
Bailarinas gemelas con orejas de conejo:
Este emoticono hace referencia a la sensualidad que, en Japón, está relacionada con las mujeres con orejas de conejo. También puede reflejar, según Emojipedia, a un Kemonomimi, un tipo de personaje de la animación nipona que se representa con humanos con rasgos animales.
Disquete:
Ni los hipster más ‘vintage’ usan disquetes para otra cosa que no sea decorar la habitación de su piso retro, por lo que resultaría muy impactante que alguien le encontrara utilidad a este emoji en una conversación con amigos o familiares a través de una app de mensajería instantánea.
Mensaje privado:
En principio, la existencia de este emoji puede tener algún sentido pero ¿alguien envía un emoticono de un candado cerrado con una pluma encima por WhatsApp o Facebook para advertir de que se trata de un mensaje privado? Al menos, parece difícil de creer.
Marcapáginas:
Sí, se trata de un marcapáginas, aunque para descubrirlo haga falta echarle imaginación. Al igual que en los casos anteriores, no sabemos qué extraña conversación de Telegram imaginaron los creadores de Consorcio Unicode para dar forma a este emoticono.
Caras de gato:
Por alguna extraña razón, alguien pensó que como la gente adora a los gatos y sus vídeos en YouTube preferiría expresar sus emociones o pensamientos con rostros felinos, pero por suerte o desgracia somos humanos. Por lo que no es muy práctico enviar a tus amigos una cara de un gato apenado si pretendemos que lo relacionen con nuestro estado de ánimo.
Zombis:
Si ya teníamos bastantes emojis que nadie sabe ni cuándo ni cómo utilizar, la nueva hornada viene con ganas de más. Entre las novedades, nos topamos con unos zombis que pueden resultar interesantes si le queremos contar a nuestra pareja cómo nos está yendo la mañana en el trabajo después de una noche de concierto, pero todos sabemos que en ese momento no se nos ocurriría repasar la galería de emoticonos.
Sirenas (y sirenos):
Vale, nos parecen unos emojis divertidos porque verano es igual a grupos de WhatsApp y redes sociales repletos de fotografías de toda la gente que se va de vacaciones mientras tú sigues derritiéndote entre el asfalto y la acera de la ciudad. Quizá, tus seres queridos se apiaden de ti y se limiten a enviarte el emoticono de la sirenita para que te hagas una idea de lo mal que se está en la playa, pero ¿se os ocurre alguna otra utilidad?
Decoración japonesa:
Se trata del emoji Kadomatsu, que representa la decoración nipona para el Año Nuevoque se suele encontrar en las entradas de los edificios. Sin duda, una de las cuestiones más comentadas entre los usuarios de las aplicaciones de mensajería instantánea…
Símbolos:
Todos tenemos en nuestras apps del smartphone una categoría de emojis llena de símbolos que nunca jamás utilizamos porque no nos ayudan a ni a transmitir lo que pensamos ni a comunicar nuestros sentimientos. No obstante, permanecen impasibles actualización tras actualización.
Monóculo:
Por último, nos ha llamado mucho la atención esta nueva incorporación a la categoría más utilizada de emojis, la de las caras: el emoticono con monóculo. ¿Qué sucederá con él? ¿Le encontraremos un sentido a su existencia o caerá en el olvido? Pues solo el tiempo puede darnos la respuesta.
