La tasa de suicidios aumentó 30% en Estados Unidos entre 1999 y 2016, un año en el que casi 45.000 personas acabaron con sus vidas, según un informe de las autoridades sanitarias de ese país publicado esta semana.
El suicidio es un «problema creciente de salud pública» que aumentó en 44 de los 50 estados de Estados Unidos en el período estudiado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
En 2016 fue la décima causa de muerte, la mayoría de las veces provocada por factores múltiples, mientras que más de la mitad de los suicidios (54%) no tenían un historial conocido de enfermedad mental, precisaron los expertos.
Entre los factores que conducen al suicidio se encuentran «problemas de relación o la pérdida de un ser querido, abusos, problemas de salud, así como problemas de empleo, dinero, legales o de vivienda», indica el informe.
La mayoría de las personas que terminan voluntariamente con sus vidas son hombres (76,8%) o personas blancas (83,6%), y aquellos sin antecedentes de enfermedades conocidos son más propensos a cometer homicidio antes de actuar sobre sí mismos.
El estudio no proporciona información sobre las profesiones con mayor incidencia, pero señala que 20% de los suicidas mayores de 18 años y sin un historial psicológico conocido eran o habían sido militares.
La mayoría de los suicidios involucran armas de fuego (48,5%), señala el estudio.
Según los estados, el aumento en la tasa de suicidios en el último período estudiado (2014-2016) va de 6,9 por cada 100.000 personas por año en Washington, la capital federal, a 29,2 en Montana, un estado rural del noroeste.
Dakota del Norte, otro estado rural fronterizo con Canadá, registró el mayor aumento (+57%) de suicidios desde 1999. El aumento supera 30% en la mitad de los estados del país.
Frente a estas cifras, el CDC llamó a los estados a relanzar las políticas de prevención y «responder a los factores que contribuyen al suicidio».
