Conoces ese sentimiento… tienes la sensación de que ya estuviste en un lugar, que ya escuchaste esta conversación, que ya viviste esta experiencia.
Pero sabes que es imposible y no hay otra explicación que un «déjà vu», el término usado para describir el fenómeno de tener la sensación de que un evento que experimentamos en la actualidad ya lo vivimos en el pasado.
El término déjà vu, literalmente «ya visto» en francés, fue acuñado por el investigador francés Émile Boirac (1851-1917) en su libro L’Avenir des sciences psychiques, «El futuro de las ciencias psíquicas». Más de un siglo después, las causas de este fenómeno siguen siendo debatidas por los científicos.
Te contamos algunas peculiaridades de esta sensación extraña de que «ya lo vivimos».
- Viajar es un gran disparador
Estas experiencias están relacionadas típicamente con lugares y se sienten con más intensidad cuando vivimos experiencias novedosas en sitios completamente nuevos, afirma Chris Moulin, investigador del Laboratorio de Psicología y Neurocognición en Grenoble, Francia.
Los lugares desconocidos ofrecen oportunidades de un conflicto entre la sensación de que algo es familiar y la certeza de que no puede tratarse de un recuerdo.
Varios estudios constataron que cuanto más viajamos más experimentamos déjà vu.
- La gente joven tiene más déjà vu
Los jóvenes pueden experimentar estas sensaciones al menos una vez al mes.
Pero la frecuencia se reduce al menos a la mitad cuando llegamos a los 40 o 50.
Y después de los 60, tendrás suerte si te ocurre un déjà vu una vez al año.
- Los déjà vu están relacionados con la memoria
Los científicos creen que esta sensación está relacionada con una parte del cerebro llamada lóbulo temporal.
Una de las explicaciones más aceptadas es que el déjà vu está relacionado con el proceso de almacenamiento de memoria.
Un lapsus o retraso cuando percibimos estímulos puede darnos la sensación de que algo que vemos ya lo hemos visto.
Un estudio Anne Cleary, Anthony Ryals, y Jason Nomi publicado en 2009 en la revista Psychonomic Bulletin and Review apunta a otra explicación.
Estos investigadores señalaron que el ser humano no tiene facilidad para recordar la configuración de los objetos.
Nos cuesta tener un recuerdo basado solo en la configuración de objetos.
Si estamos en un lugar con objetos desconocidos, pero dispuestos en una forma similar a otra situación del pasado, tendremos una sensación de familiaridad pero no tendremos un recuerdo específico de ese lugar.
Por ello, cuando vemos un lugar con una configuración semejante a otra familiar tenemos la sensación de haber estado allí en el pasado.
La experiencia de déjà vu es una manifestación del sistema usado por nuestra memoria para comunicarnos que estamos en una situación familiar.