In extremis: así salvó la Seleçao el durísimo cruce contra Costa Rica de este viernes (2-0) en San Petersburgo gracias a un gol de Philippe Coutinho y otro de Neymar en el descuento, que dejaron a los ticos fuera del Mundial tras aguantar durante 90 minutos el asedio de una Canarinha que no encontraba el camino.

Sujetada por un sólido Keylor Navas, la ‘Sele’ había soportado estoicamente el acoso de Brasil especialmente durante una segunda mitad en la que disparó toda su pólvora, pero sin apenas fortuna.



Hasta que ya en el minuto 90+1 apareció de nuevo Coutinho al rescate para poner el 1-0, desatando el delirio en el tensísimo banco de la Canarinha, que ya se veía abocada a otra crisis profunda.



Sacado ese enorme peso de encima, Neymar pondría después el 2-0 en el 90+7 para coronar un partido en el que se le volvió a ver nervioso y acabó llorando en el gramado.

«Toda individualidad aparece si el conjunto está fuerte, es inhumano colocar toda la responsabilidad en un deportista», le defendió Tite tras el encuentro.

«Neymar estuvo tres meses y medio parado y el anterior partido fue el primero. Es un ser humano, precisa tiempo para retomar un nivel alto», añadió.

Transmisión del Mundial de Fútbol 2018 por internet en Antena Latina

Se jugaba la vida Costa Rica en San Petersburgo y la paz un Brasil donde a la extraña calma de la era Tite se le agotaba el crédito. Ya era demasiada deferencia cómo le habían tolerado el tropiezo contra Suiza (1-1) en un país tan amante de los extremos. Y más cuando se toca el balón.

Con tanto en juego en Rusia, era de esperar que el duelo arrancara tenso, con la Canarinha tratando de encontrar las fisuras del muro de cinco defensas plantado por Costa Rica.

Ya lo había avisado en la víspera Bryan Ruiz, lo importante era mantener la portería sin goles y a ello se pusieron los ‘ticos’ mientras Brasil trataba de activar el juego por la derecha, y casi se lleva un susto de muerte.

Fue a los 12 minutos, cuando Cristian Gamboa le ganó la espalda a Marcelo y le envió un centro a Celso Borges que, solo en el corazón del área, casi pone el 1-0.

Pese a los problemas internos y los rumores, la ‘Sele’ no había venido a morir a San Petersburgo y tenía un plan, que pasaba por neutralizar a Neymar, tomando buena nota del camino abierto por los suizos, que le pusieron a cojear con un récord de diez faltas.

Aún así, la Canarinha tenía pólvora de sobra y solo necesitaba disparar. Lo intentó en el 25 Gabriel Jesús con un lanzamiento que incluso llegó a colarse en las redes de Navas, pero estaba en fuera de juego.

Luego el propio Neymar mantendría un cara a cara con el arquero del Real Madrid, que no titubeó en desarmarlo. No sería el último.

Estaba más activa la Seleçao, pero los nervios se le seguían haciendo un nudo a una Canarinha que llegaba al descanso como lo había querido Costa Rica: con el marcador a 0.

«Logramos minimizar a Brasil durante casi 91 minutos. Sabemos de su calidad y de los recambios, pero creo que fue un buen esfuerzo. Es muy lamentable perder en el tiempo de descuento», valoró después el seleccionador ‘tico’, Óscar Ramírez.

– Bombardeo –

Pareció darse cuenta en el intervalo la Canarinha, que salió con una fuerza renovada y Douglas Costa por Willian.

Keylor Navas seguía rescatando a su equipo, como ya hizo ante Serbia, pero no pudo impedir un misil de Gabriel Jesús al palo.

La Seleçao se calentaba y también lo hacía, por fin, Neymar con una gran ocasión que volvió a tapar el omnipresente Navas en el 56. Luego vendría otra internada del astro brasileño, decidido a reivindicarse en San Petersburgo.

Grandes noticias para la Canarinha, quizás las mejores desde que llegó a Rusia, pero faltaba el tanto.

No podía demorar mucho o Costa Rica iba a sacar beneficio, como casi pasa en el 65 si Miranda no llega a estar atento.

Pero Tite subió aún más la apuesta, cambiando a Paulinho por el delantero Firmino. Quedaban 20 minutos.

Regresó a la carga entonces Neymar, lanzado a una carrera por el centro que acabó en un tiro de larga distancia que se fue desviado. Miraba incrédulo el atacante a su falta de acierto, que era la misma de este Brasil que no dejaba de intentarlo.

Aguantaba como una roca Costa Rica, aferrada a muerte al punto que le mantenía con vida en el Mundial y que empezó a desprender en el 79 cuando González se pasó de frenada para tapar una internada de Neymar. El árbitro marcó entonces penal, pero acabó volviéndose atrás.

El premio a la insistencia brasileña solo llegaría en el descuento gracias al disparo de Coutinho y, ya con el partido languideciendo, con la reivindicación de Neymar, que coronó en solitario un contraataque a pase de Douglas Costa.

Y, tras el estrés, acabó llorando en el campo: no era para menos, a Brasil le volvió a pasar de cerca un fracaso que se ceba ahora con Costa Rica, eliminada tras su histórica campaña en 2014.