Con el quinto y definitivo lanzamiento anotado por Eric Dier, el centrocampista del Tottenham no solo dio el pase a cuartos a su selección, sino que Inglaterra se sacó de encima la maldición de los penales, superando por primera vez una eliminatoria mundialista desde los once metros.
La estrella de los ‘Pross’ Harry Kane anotó el primero, igualando el que había lanzado poco antes Radamel Falcao para abrir el fatídico duelo. El 9 inglés ya había anotado uno en la segunda parte para inaugurar el marcador, antes de que Yerry Mina anotase in extremis para forzar la prórroga.
«Estamos preparados para llegar a lo penales», advirtió el seleccionador inglés, Gareth Southgate, la víspera, como desafiando al destino.
«Ya tenemos una lista de jugadores para lanzarlos, no sólo en base a las prácticas realizadas aquí, sino a sus estadísticas en los clubes», explicó casi convencido de lo que iba a pasar 24 horas después en el Spartak Stadium, en Moscú.
Juan Cuadrado y Luis Muriel anotaron los dos siguientes por los cafeteros y tras marcar el suyo Marcus Rashford, Jordan Henderson erró el tercero. Cuando parecía que Inglaterra podía sumar un capítulo más en su historia negra con las tandas de penales, Mateus Uribe estrelló el cuarto en el larguero y el destino pegó un giro.
Jordan Pickford, el joven arquero del Everton, que no se había visto en una situación similar en su vida, detuvo el quinto lanzamiento colombiano, el de Carlos Bacca y, al siguiente, Dier decidió poner fin a la maldición.
«Habíamos estudiado a todos sus lanzadores», declaró tras el partido el técnico inglés, que vivió como jugador el trago amargo de despedirse de un mundial en los penales: «Esos recuerdos siempre estarán conmigo, pero espero que con esta victoria podamos dar confianza a las futuras generaciones de jugadores, para que vena que se pueden superar estas situaciones sin cargar con el peso de la historia».
Si había un equipo en el mundo que parecía tener especial aversión por el punto colocado a doce pasos de la línea de gol no era otro que Inglaterra, que hasta este martes nunca había superado una eliminatoria mundialista en las tres ocasiones en las que se había visto decidiendo el pase en la ‘muerte súbita’.
– Southgate lo sufrió como jugador –
La primera ocasión fue en las semifinales de Italia-1990 ante la República Federal Alemana, aquel partido que quedó marcado por las lágrimas de Paul Gascoigne a poco para el final cuando vio una tarjeta amarilla que le impedía jugar una final… que su selección nunca llegó a jugar, por los errores desde el punto fatídico de Stuart Pierce y Chris Waddle.
Ocho años después, fue Argentina la que eliminó a los ingleses en octavos de final de Francia-1998, después de que el partido acabase con el resultado de 2-2.
Hernán Crespo falló su lanzamiento, pero también erraron Paul Ince y David Batty, dando el pase a los sudamericanos. Uno de los que sufrió aquella derrota fue Gareth Southgate, que este martes vivió al fin la sensación contraria desde el banquillo.
En Alemania-2006 fue la Portugal de un jovencísimo Cristiano Ronaldo quien apeó en cuartos de final a unos ingleses que solo anotaron uno de los cuatro lanzamientos que intentaron. Fallaron Franck Lampard, Steve Gerrard y Jamie Carragher y el futuro ganador de Cinco Balones de Oro puso la puntilla, marcando el suyo.
– La excepción de cuartos de la Euro 1996 –
En el otro gran torneo en el que participan los ingleses, la Eurocopa, la suerte no era mucho mejor, ya que solo una de las cuatro veces que se vieron en esta situación la superaron.
Fue en cuartos de final de la Eurocopa que organizaron en 1966, contra España. En semifinales se vieron las caras con Alemania y quedaron eliminados… ¡cómo no en los penales!
Las otras dos fueron en los cuartos de la Eurocopa-2004 contra Portugal y en la misma instancia contra Italia en 2012.
Superado este mal fario, los ingleses tienen la ocasión de seguir cambiando el rumbo de la historia. Contra Suecia podrán lograr el pase a semifinales por primera vez desde 1990 y seguir en el camino por disputar la final mundialista… que sería la segunda para los inventores del fútbol después de la que ganaron en casa en 1966.