La apertura de un zoológico dentro del Jardín Internacional de El Cairo generó mucha expectativa entre los vecinos de la capital egipcia. Sin embargo, las sensaciones positivas no duraron demasiado.
Si la precariedad de las instalaciones ya generaba dudas entre los primeros visitantes, la difusión de fotos que prueban un engaño insólito generó un escándalo. Mahmoud A. Sarhan, un estudiante que recorría el lugar por primera vez no sabía cómo reaccionar cuando vio que burros habían sido pintados con rayas negras para que parezcan cebras.
Para alguien distraído, la trampa podría haber pasado desapercibida un día normal. Pero el calor agobiante había hecho que la pintura comenzara a derretirse, lo que hizo todo muy evidente.