San Juan, Puerto Rico. Apenas habían transcurrido dos horas desde que el almacén de compras Costco en Carolina abrió sus puertas, y la fila de clientes apurados por comprar agua embotellada cruzaba la acera colindante al establecimiento en el cual, sólo ayer, consideraba vender 14,000 cajas del líquido, lo que es el equivalente a 560,000 botellitas.

Indica el diario Primerahora.com que el desespero colectivo por adquirir el agua en grandes cantidades se suscitó tras el temor de que otro desastre natural impacte a Puerto Rico, luego que los recientes boletines del Centro de Huracanes en Miami, Florida, indicaran que la tormenta tropical Isaac se fortaleció (anoche se convertiría en huracán) y pudiera perjudicar al Caribe a finales de esta semana.



En cambio, es prematuro conocer cuál sería el efecto de este sistema a nivel local pues, hasta ayer se pronosticaba que pasaría el viernes alejado al sur de Puerto Rico.



Entre los que llegó tempranito a surtirse se encontraba Manuel Acevedo, quien aprovechó la compra dominical para adquirir el agua.

“Lo hago por siaca y eso viene para acá… hay que hacerlo por prevención, porque si pasara algo por lo menos uno tiene agua que lo sostenga en lo que”, dijo Acevedo, que además de 10 cajas de agua (cinco para una tía que lo acompañaba y cinco para él), compró alimentos para sus mascotas.

John Morales llegó motivado también por la prevención ante cualquier eventualidad ocurrida con el fenómeno Isaac. En su caso llevó cinco cajas de agua, comida enlatada como atún, y café. “En otro sitio fui y compré los cilindros de gas… tenemos que prepararnos”, indicó el residente en San Juan.

En el caso de Peter Rivera, también sanjuanero, dijo que respondió al llamado de las autoridades y salió a comprar suministros para subsistir entre 10 a 15 días. “Ya tengo la planta eléctrica ready, carne enlatada y otras cosas que no se me dañen… no me vuelve a pasar lo del año pasado que tuvimos que hacer hasta ocho horas de fila para conseguir gasolina y agua”, expresó.

Dentro del almacén de compras por membresía diversos gerentes organizaban la fila de clientes que llegaban a comprar agua. A los que tenían interés en adquirir otros productos, se les permitía el paso por otra área. De esta manera, se mantuvo el orden y el flujo de visitantes y espera de compra se hacía razonable.

“Por la experiencia que tuvimos con (el huracán) María, pues ya sabemos cómo prepararnos internamente para que fluya mucho mejor y evitar el revolú del año pasado… así la gente también está más tranquila y no hay tanta desesperación”, expresó Richard Figueroa, uno de los supervisores de turno.

A nivel de suministros, la tienda estaba preparada con 60 vagones de agua. Cada vagón, explicó, contiene 24 paletas con 48 cajas de agua cada una. “Hoy nada más esperamos vender 12 vagones… esas son 14,000 cajas de agua (cada una contiene 40 botellas de 16 onzas)”, auguró.

“Estamos permitiendo sólo cinco cajas por membresía para que todo el mundo pueda llevarse. A la gente de negocios, que usualmente compran paletas y hasta un vagón, también le estamos aplicando la restricción porque estamos comprometidos 100% con el cliente regular del día a día”, dijo Figueroa.

Además de agua, en la tienda también se habían vendido otros productos, como generadores eléctricos. De hecho, ayer en la mañana se había terminado el inventario de inverters disponibles. “Los candungos de echar gasolina también se fueron todos”, dijo el gerente al agregar que hay suficientes baterías y linternas para suplir al mercado.

Según datos de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA en inglés) esta agencia distribuyó en la Isla más de 72 millones de litros de agua embotellada y casi 17 millones de galones de agua potable durante la histórica temporada de huracanes de 2017.

De ser necesario, FEMA tiene más de 46 millones de litros de agua, dos millones de comidas listas para consumir y dos millones de paquetes de meriendas listos para distribución en Puerto Rico.