SANTO DOMINGO. “Cuatro ojo, vaquita, gorda, gordo, Majin Buu, burro, marica”, son de los calificativos que muchos estudiantes escuchan de sus compañeros cuando se burlan de ellos porque usa lentes recetados o anteojos, si están obesos o cuando ha reprobado alguna materia, grado escolar o tiene sobre edad para estar en un curso.
Todos ellos entran en lo que se conoce como “bullying” o acoso escolar, que de acuerdo con los resultados de un estudio que dio a conocer el Ministerio de Educación en las escuelas de República Dominicana reveló que el acoso verbal es el más común con 51.6%, mientras que en el salón de clases con el docente presente se da en un 41%.
Hay unas burlas tan crueles como el que a traviesa en la actualidad un estudiante del primer ciclo de media de la Escuela República Dominicana, en Villa Juana, quien tiene a su madre postrada en una cama con un cáncer ya en la etapa terminar y sus compañeros del centro educativo lo molestan diciéndole que su madre se va a morir.
El niño desconoce la gravedad de la enfermedad y para él su madre solo está enferma del estómago.
En ocasiones, cuando los compañeros se burlan les pide, con un desánimo, propio por la situación que a sus 12 años le toca vivir, que no relajen con eso, pero ha habido otros momentos que reacciona violento.
En el pasado, el alumno también se burló de otros compañeros, pero por situaciones distintas a las que él atraviesa.
Los datos de la Estrategia Nacional de Cultura de Paz del Ministerio de Educación, obtenidos de diferentes estudios y presentados por el UNICEF, indican que en el país las formas en que se presenta la violencia de estudiante a estudiante mayormente son gritos e insultos (24.1%), golpes (13.6%), amenazas e intimidaciones (7.1%) y lanzamiento de objetos o pertenencias de un estudiante (6.6%).
El caso del estudiante pasó del maestro al equipo de psicólogos de la escuela, quienes aplican el protocolo diseñado por el Ministerio de Educación para enfrentar el “bullyng.”
La violencia de profesor a estudiante son: gritos e insultos (23.9%) de los casos de violencia, intimidación (5.3%), lanzar objetos o pertenencias de un estudiante (4.3%) y golpes (3.5%) y una alta proporción de estudiantes se sienten excluidos en su escuela (39.6 %), incómodos y fuera de lugar (34.9 %), solos (30.9 %); dichos valores superan los porcentajes del resto de países de América Latina y el Caribe (PISA 2015).
El caso del estudiante pasó del maestro al equipo de psicólogos de la escuela, quienes aplican el protocolo diseñado por el Ministerio de Educación para enfrentar el “bullyn.”
Este equipo debe agotar varias etapas de diálogos desde que recibe una información de acoso escolar, sin hacer juicios ni valoraciones, solo con el propósito de obtener informaciones.
Miosotis Rodríguez es la psicóloga que trabaja directamente con el caso del estudiante que tiene a su madre enferma. Ella dijo que han agotado varios recursos, pero la burla sigue, es por eso se han organizado charlas y se preparan audiovisuales educativos concernientes al tema del acoso escolar.