
El periodista Carlos Reyes.
SANTO DOMINGO. El periodista de Diario Libre, Carlos Reyes, denunció hoy que fue víctima de una detención arbitraria y sin razón alguna por parte de agentes del Cuerpo Especializado para la Seguridad del Metro (CESMET) en horas de la tarde del pasado lunes 1 de octubre mientras caminaba por la estación Juan Pablo Duarte.
El periodista sostiene que el hecho constituye una violación al derecho de libre circulación y a la libertad y seguridad personal que consagra la Constitución. Aquí una descripción del propio Carlos Reyes de cómo sucedieron los hechos:

“A las 6:00 de la tarde de este 1 de octubre fui detenido en la estación Juan Pablo Duarte del Metro de Santo Domingo sin ninguna justificación.
Dos guardias alegaron una revisión de “rutina” mientras caminaba hacia mi destino y me forzaron a ir con ellos hacia un cuarto donde harían la revisión. Una vez allí, los dos guardias y tres guardias más que estaban dentro, incluyendo uno que parecía el superior, me pidieron que dejara de grabar con mi teléfono, algo que no estaba dispuesto a hacer ante el temor de lo que pudiera ocurrirme como les ha ocurrido a otros dominicanos.
Abrí mi mochila encima de una mesa y luego que vieron que solo había allí unas fundas del supermercado me pidieron que les diera mi cédula, por lo que le pregunté que el motivo y el guardia superior me respondieron que “por rutina” debían saber si detenían a un sospechoso y que era un asunto de “lotería”.
https://twitter.com/creyesescribe/status/1046942779019026432?s=19
El vídeo describe parte de la situación desde que iba de camino al “cuarto” donde fui objeto de un interrogatorio ilegal por espacio de 25 a 30 minutos, ya que no fue motivado por ninguna acusación judicial en mi contra ni acto flagrante que hubiese cometido.
Esta detención me pareció extraña ya que llevo cinco años utilizando el Metro para ir a mi trabajo en Diario Libre y jamás algo así me había ocurrido.
Ante el clima social que estamos viviendo me veo obligado a responsabilizar al Gobierno actual de cualquier agresión o acto de violencia del que pudiera ser víctima, tanto por algún “extraño” como por agentes de los cuerpos militares y policiales”.
pero con esa cara de malandro no digo yo que lo detuvieran
Este es un país muy clasista y de doble moral, por el hecho de que tenga el pelo así, no significa que sea un delincuente. Lo que pasa es que estamos acostumbrados a que nos roben los de cuello blanco que cuando vemos a alguien diferente tenemos sospecha.
Si los policías lo trataron con respeto y sin agresión física ni verbal, no me parece que hicieron nada malo, por el contrario, es correcto que investiguen de vez en cuando a la gente de apariencia sospechosa, y por si acaso, seamos sinceros, porque la apariencia de ese periodista es acorde a la modas más comunes en los jóvenes de vida licensiosa.
Quizás el periodista sea un hombre muy serio, pero su apariencia no lo ayuda. Sobre el tema de la apariencia hay mucha hipocresía, dicen que no debe influir, pero innegablemente la apariencia nos influye a todos, aunque no querramos.
Para mejorar su aceptación profesional, le acosejo al periodista que adopte una presentación más formal, pero si él lo prefiere así, entonces que no me haga caso, y que siga proyectando una imagen de «chulito», aunque lo sigan parando donde quiera para revisarlo, y le limiten sus actividades profesionales
Aqui siempre quieren hacer un alarme de todos, como note el video periodista siempre se le dirigieron por favor y esa palabra es magica, no hubo ninguna agresion fisica y ni verbal