Michael avanzó sobre la franja noreste de Florida en la madrugada del miércoles convertido en un huracán de categoría 4, lanzando una marejada sobre las playas de arena blanca y azotando la costa con vientos y lluvia en las últimas horas antes de tocar tierra.

El Centro Nacional de Huracanes advirtió que la tormenta es «potencialmente catastrófica» y avanza hacia el norte de Florida, la región conocida como Panhandle. Persiste la alerta por la marejada ciclónica y los vientos huracanados, con una «inminente» lluvia pesada.



El huracán se encuentra a 225 kilómetros al sur de Panama City y se desplaza hacia el norte a una velocidad de unos 20 km/h.