Las condiciones laborales en las plantas chinas que fabrican productos tecnológicos, donde hay altas cadencias de trabajo, estrés y sanciones, incitan al suicido, según un estudio publicado el miércoles.
El organismo de Hong Kong Economic Rights Institute y la oenegé holandesa Electronics Watch investigaron 167 casos de suicido, intento o amenazas de quitarse la vida.
Entre los principales factores que incitarían al suicido están el estrés de los obreros (ignorado por sus superiores), las sanciones desproporcionadas a los trabajadores, el rechazo a pagar primas o el temor a perder su empleo.
«Los suicidios de empleados en el sector de la electrónica en China son el reflejo de la represión de la voz de los obreros», indica Dimitri Kessler, autor del informe y miembro del Economic Rights Institute.
Aunque el informe no cita ninguna planta en particular, sí habla de un proveedor «F», líder de la contratación externa en el sector de la electrónica, que en 2010 vivió una «ola de suicidios».
Ese año al menos 13 empleados chinos del grupo de Taiwán Foxconn, que fabrica entre otros los teléfonos Apple, se suicidaron.
El sector de la electrónica en China da trabajo a decenas de millones de obreros. Las oenegés denuncian con frecuencia las violaciones de las condiciones de trabajo.
En octubre Apple abrió una investigación tras un informe que acusaba a uno de sus subcontratistas de obligar a trabajar a estudiantes para ensamblar sus relojes Apple Watch.
Según un informe de Electronics Watch de 2016, los trabajadores del sector trabajan más de 80 horas por semana a pesar de que la ley china autoriza un máximo de 44.