Los Golden State Warriors, liderados por un espectacular Stephen Curry, aplastaron este miércoles 129-105 a los Cleveland Cavaliers en la reedición de la última final de la NBA.
El armador estrella de los vigentes campeones no tuvo piedad de sus oponentes y firmó 42 puntos, nueve rebotes y siete asistencias en 33 minutos sobre la pista.
Curry se ha recuperado recientemente de una lesión en sus abductores, que lo alejó de la cancha alrededor de un mes, y ya parece haber vuelto a su mejor nivel.
Junto al base, Kevin Durant rozó el triple-doble al sellar 25 puntos, 10 capturas y nueve pases decisivos mientras el escolta Klay Thompson se quedó en 16 tantos.
Los Cavaliers llegaron a gozar de una ventaja de 10 unidades y se marcharon al descanso con una renta parcial de 64-58 pero un tercer cuarto estelar de los visitantes (37-22) le dio la vuelta a la contienda.
Por Cleveland, ya sin LeBron James ni Kyle Korver con respecto al equipo que llegó a las Finales en los últimos cuatro años, hasta seis jugadores superaron la decena de puntos, con el novato Collin Sexton (21) y el pívot Tristan Thompson (14 y 19 rebotes) como sus hombres más destacados.