Santo Domingo. Lamentablemente estamos frente a una tragedia que afecta a muchas familias, la explosión de la fábrica de plásticos Polyplas, ubicada en Villas Agrícolas, ha dejado hasta el momento 4 muertes confirmadas por las autoridades y casi un centenar de heridos.
Aunque no hay una conclusión sobre las investigaciones, el Cuerpo de Bomberos Del Distrito Nacional ha resaltado que hubo negligencia en el manejo de la crisis.
Obviamente nadie como ser humano ni dueño de empresa quisiera que una situación de esta naturaleza ocurriera. Manuel Diez Cabral, ?presidente ejecutivo de DIESCO (Polyplas Dominicana) lamentó la tragedia ocurrida en una de las instalaciones de la empresa luego que se registrara la explosión.
En un mensaje colgado en su cuenta de twitter el empresario escribió: “Lamentamos profundamente la tragedia que acaba de ocurrir en una explosión en nuestras instalaciones de Polyplas. Aún desconocemos la magnitud del siniestro y lo que lo originó. Para nosotros lo más importante es la integridad de nuestros colaboradores”.
Ante tales declaraciones mi pregunta es simple: ¿Sería capaz este y otros empresarios en mudar a su familia cerca de las industrias que poseen? Seguramente que no, por el riesgo al que se exponen.
Aquí es común ver estaciones de expendio de gasolina, gas y otros combustibles dentro de comunidades bien pobladas. No es la primera vez que algo así pasa, nos sentimos tristes los primeros días y luego es materia olvidada.
Mientras tanto las regulaciones por parte de las autoridades son inexistentes, manteniendo el dominio sobre cualquier razonamiento el que más dinero tiene.
Villas Agrícolas existe desde 1940 y esta empresa fue fundada hace 50 años para los que llevan apuntes.