Como cada día, al terminar su turno de trabajo, Cris Mamprim salió del hospital y se encontró una dulce escena que no pudo evitar compartir en redes: a las puertas del centro, cuatro perros esperaban atentos a que su dueño saliera de urgencias.
Cuando preguntó a sus compañeros de trabajo qué hacían allí los canes, la fidelidad de los animales le enterneció. Llevaban horas en la entrada del servicio de urgencias aguardando pacientemente a que su amo, un indigente sin hogar, fuera atendido.
Ocurrió concretamente en el Hospital Regional Alto Vale, de Río du Sul, en Brasil, a las tres de la madrugada. En la imagen, los cuatro perros aparecen mirando alerta hacia el interior del hospital, sin atreverse a adentrarse en las instalaciones pero muy pendientes de su dueño.
Desde que subiera la fotografía el pasado 9 de diciembre a las cuatro de la madrugada, el suceso ha dado la vuelta al mundo. En su publicación, Mamprim escribió un texto que se ha compartido más de 75 mil veces, y que ha logrado 122 mil interacciones de usuarios conmovidos por el gesto de estos leales animales.
«Con tanta gente mala por ahí, hoy me encontré con esa escena. En el hospital en el que trabajo, a las 3 de la madrugada, mientras su dueño (habitante de la calle) estaba siendo atendido, sus compañeros esperaban en la puerta. Una persona simple, sin lujos, que depende de la ayuda para vencer el hambre, el frío, los dolores, las maldades del mundo, tiene a su lado los mejores compañeros, y el intercambio es recíproco. Intercambio de amor, cariño, calor, comprensión… una persona que nos confesó que deja de comer para alimentarlos. No sé cómo es su vida, porque está en la calle, y no me importa ni lo juzgo, pero admiro el respeto y el amor que tiene por sus mascotas. Verlos así, esperando en la puerta, sólo muestra lo mucho que son bien cuidados y amados. Ay si todos fueran así…. si no tuvieran maldad, malos tratos….» reza el comentario.
Indica Infobae.com que sin juzgarlo y sin importarle los motivos que llevaron al joven a la calle, Mamprims elogió el cariño que los perros mostraban hacia el indigente, un amor del que, en su opinión, se desprendía el respeto con el que el paciente trata a sus fieles amigos caninos.
En su cuenta de Facebook, se mostró contenta por la repercusión que había tenido su publicación, de la que se han hecho eco múltiples medios internacionales.
«Eso me demuestra que el número de personas buenas en el mundo es grande, y espero que un día mejore. El mundo necesita más respeto y amor» escribió la brasileña.