La ansiedad es una respuesta normal al estrés. Pero cuando se dificulta controlarla puede afectar e interferir en tu vida cotidiana. Los trastornos de ansiedad afectan a aproximadamente 1 de cada 5 adultos en Estados Unidos y las mujeres tienen más del doble de posibilidades que los hombres de experimentarla, según informa el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.

Esta respuesta involuntaria de nuestro cuerpo, puede presentarse ante diferentes situaciones cotidianas, pero a través de una dieta regulada y hábitos sanos, es posible contrarrestarla.



Según una publicación de Uma Naidoo, instructora de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard y Directora de Psiquiatría nutricional y de estilo de vida en el Hospital General de Massachusetts, la ansiedad puede verse afectada por nuestra dieta y hábitos.

La autora afirmó que las personas deben recordar que “Trabajar hacia una dieta bien balanceada con frutas, verduras, carnes magras y grasas saludables, sigue siendo una buena recomendación para quienes luchan contra la ansiedad”.



1. Hidrátate

Como informa la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., el consumo de agua debe equilibrar la cantidad de líquido que se pierde. Generalmente, ingerir mucho líquido es mejor que ingerir poco, porque al organismo le resulta más fácil eliminar el exceso de agua que conservarlo.

El agua no solo regula la temperatura de nuestro cuerpo, también ayuda a lubricar las articulaciones y a trasportar los nutrientes. Si no te hidratas adecuadamente, es probable que experimentes fatigas y calambres.

Lo mejor es hidratarse con agua corriente y consumir entre 6 y 8 vasos diarios. Si bien la sed es una señal de deshidratación, puedes saber si estás hidratado adecuadamente si el color de tu orina es claro. Cuanto más oscuro es el color, mayor el nivel de deshidratación.

2. Controla tus niveles de azúcar

La autora reconoció que muchas personas no son conscientes de que existen “muchos azúcares ocultos en los alimentos que comemos, incluidos los alimentos salados».

Si bien tu cuerpo necesita un equilibrio saludable de azúcar, carbohidratos, grasas y proteínas para funcionar, también es ese equilibrio el que nos ayuda a mantenernos saludables.

El consumo de azúcar a través de fuentes naturales, como las frutas, afecta tu cuerpo de manera diferente a los dulces o azúcares ocultos en los alimentos.

Naidoo también afirmó, que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), presentó una ley de etiquetas nutricionales, que incluirá los azúcares agregados de los productos y otros datos útiles, para un consumo saludable por parte de los usuarios.

3. Reemplaza la cafeína

Muchos refrescos contienen cafeína y un alto contenido de azúcar. Ser consciente de estos factores y sustituir una gaseosa por agua corriente o agua con gas, puede ser una opción más saludable. Para adoptar nuevos hábitos, es recomendable:

Conocer cuánta cafeína consumes en tus bebidas y comidas.

Reducir el consumo moderadamente, tomando un poco menos de café cada día, hasta llegar a un límite que esté dentro de los patrones de la salud.

Reemplazar por productos descafeinados. Aunque no están libres por completo de cafeína, la suma diaria será menor.
Elegir té de hierbas, que no contenga cafeína.

Chequear la cantidad de cafeína en medicamentos de venta libre.

4. Evita el cigarrillo

Si bien la nicotina no causa ansiedad, la abstinencia si puede imitarla, y esto genera que las personas puedan recurrir al cigarrillo para calmarse. Naidoo expresó que esto es un problema ya que “la nicotina puede aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, que también son síntomas de ansiedad”.

Algunas recomendaciones para controlar los impulsos son:

Planear con anticipación como encarar esta decisión.

Hacer una lista de los beneficios.

Establecer reglas y recompensas por objetivos.

Practicar nuevas formas de distracción y relajación.

Consumir mucha fruta y vegetales con vitamina C.

Hacer ejercicio diario.

5. Aléjate del alcohol

De acuerdo con información de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., para la mayoría de los adultos, el consumo moderado de alcohol no es peligroso. Sin embargo, más de 17 millones de personas en el país tienen problemas con la bebida.

Naidoo subrayó que que las personas que sienten ansiedad “pueden apoyarse en el alcohol para calmar sus nervios, pero el consumo excesivo puede desencadenar en un conjunto de problemas físicos y emocionales”.

Por ello, si bebes, debes hacerlo de manera responsable, ya que el alcohol ingresa al torrente sanguíneo rápidamente. La cantidad y tipo de alimento en tu estómago pueden cambiar la rapidez con la que esto ocurre.

Por ejemplo, los alimentos ricos en carbohidratos y en grasas pueden hacer que tu cuerpo absorba el alcohol lentamente.

Otras recomendaciones

La autora aconsejó seguir dietas que incluyan los siguientes tipos de alimentos:

Ricos en zinc: cereales integrales, ostras, brócoli, legumbres y nueces.

Ricos en magnesio: pescado, aguacate y verduras de hoja verde oscura.

Ricos en vitamina B: espárragos, verduras de hoja verde, carne y aguacate.

Ricos en ácidos grasos omega-3: como el salmón.

Ricos en probióticos: el yogur y otros alimentos fermentados.

Naidoo concluyó resaltando la importancia de seguir los consejos médicos “Habla sobre los cambios en la dieta, el estilo de vida y los medicamentos, y haz un seguimiento de tus síntomas para ver si mejoran”.

Fuente Holadoctor.com