El excandidato presidencial republicano Mitt Romney escribió una mordaz columna de opinión contra el presidente Donald Trump afirmando que no ha estado «a la altura del cargo» y que sus acciones han distanciado a Estados Unidos de sus aliados.
«En una nación tan dividida, resentida y enojada, un liderazgo presidencial con cualidades como el carácter es indispensable», dijo Romney en un columna publicada el martes en el diario The Washington Post.
Estas declaraciones constituyen la vuelta al escenario político como legislador del candidato republicano a las presidenciales de 2012, quien ahora se prepara para asumir como senador en el nuevo Congreso que será inaugurado el jueves.
El presidente estadounidense respondió con un tuit: «Yo preferiría que Mitt se enfocara en temas como la seguridad fronteriza y muchos otros temas en los cuales puede ser útil. Yo gané y él no. Lo que él debería hacer es estar feliz por todos los republicanos».
Esta es el último cruce de una relación que en los últimos años ha tenido sus altos y bajos. En 2016, Romney se refirió a Trump, cuando éste era candidato, como alguien falso y dijo que era un fraude.
Pero el año pasado, Romney le agradeció a Trump su apoyo en la campaña para el Congreso.
En el artículo publicado este martes, Romney recordó que no había apoyado a Trump como candidato del partido republicano en 2016.
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El político contó que esperaba que la campaña de Trump se alejara de las burlas y que no lo había hecho. También indicó que al principio del gobierno se había ilusionado cuando Trump nombró en su equipo a personalidades como James Mattis como secretario de Defensa o John Kelly como jefe de Gabinete.
«Pero, haciendo un balance, su conducta en los últimos dos años, especialmente sus acciones este mes, evidencian que el presidente no se ha puesto a la altura del cargo», escribió Romney.
Cuando Trump anunció que retiraría las tropas estadounidenses de Siria y Mattis renunció en protesta a la decisión, Romney expresó su preocupación.
El ahora legislador afirmó que tratará a Trump de la manera en que trataría a cualquier presidente, ya fuera de su partido o no.
«Yo no pretendo comentar cada tuit ni cada traspié», afirmó. «Pero voy a hablar contra las declaraciones o acciones significativas que causen divisiones, sean racistas, sexistas, antinmigrantes, deshonestas o destructivas para las instituciones democráticas», agregó.
