El papa Francisco afirmó este jueves ante la juventud católica reunida en Panamá que no quiere una Iglesia «decorativa» o más «divertida» para atraer nuevos fieles.

Durante su primer acto multitudinario en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el pontífice sostuvo que cree en la renovación «de la fe y la esperanza», pero no a cualquier precio.



«Queremos decirles que no tengan miedo, que vayan adelante con esa energía renovadora y esa inquietud constante que nos ayuda y moviliza a ser más alegres y disponibles», expresó.



«Ir adelante» no significa, sin embargo, «crear una Iglesia paralela un poco más divertida o cool o en un evento para jóvenes, con algún que otro elemento decorativo, como si a ustedes eso los dejara felices», sostuvo.

«Pensar así sería no respetarlos y no respetar todo lo que el Espíritu a través de ustedes nos está diciendo», añadió.

Francisco, que ha llamado a los jóvenes católicos a que «hagan lío», está al frente de la Iglesia con más fieles en el mundo, pero ésta viene perdiendo influencia ante el avance de los grupos evangélicos.

En América Latina, la región con más católicos, estas Iglesias han ampliado su influencia mediante el uso intensivo de las nuevas tecnologías y el trabajo persuasivo en zonas pobres con poca o nula presencia del Estado, según expertos.

El papa le habló a una multitud que había esperado horas para escuchar su intervención en el paseo marítimo de Ciudad de Panamá, adonde llegó en su tradicional «papamóvil».

Esta fue la primera intervención del papa Francisco ante los jóvenes, después de reunirse horas antes con el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, y con obispos centroamericanos, donde abordó temas como feminicidio, corrupción o migración.

El pontífice llegó a la tarima acompañado de cinco jóvenes de los cinco continentes, entre el griterío de la audiencia y banderas de múltiples países.

El papa, un asiduo a las redes sociales, ha manifestado en varias ocasiones la necesidad de realizar cambios en la iglesia católica, aunque sin tocar temas polémicos como el matrimonio gay, el aborto, la eutanasia o el sacerdocio de las mujeres.

«Ustedes no tuvieron miedo de arriesgar y caminar. Hoy podemos estar de rumba, porque esta rumba comenzó hace ya mucho tiempo en cada comunidad», dijo Francisco.