El cierre parcial de la administración estadounidense, que se extendió durante más de un mes, restó al PIB 11.000 millones de dólares, según un informe difundido este lunes por la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO).
El informe indica sin embargo que gran parte de esa cantidad se compensará con la reactivación de las operaciones del gobierno y que las pérdidas serán sólo de 3.000 millones de dólares, equivalentes a un 0,02% del PIB, en el balance final.
La oficina estadounidense advirtió, no obstante, que hay efectos subyacentes para empresas y trabajadores que son mucho más significativos.
«Entre las personas que experimentan los efectos más amplios y más directos están los trabajadores federales que se enfrentan a compensaciones con retraso y las entidades del sector privado que perdieron negocios», señala el informe, según el cual algunas de estas compañías nunca va a recuperar esos ingresos.
La parálisis presupuesta, que fue la más larga de la historia de Estados Unidos, afectó a unos 800.000 trabajadores, que tuvieron que trabajar sin paga, o que fueron obligados a estar en licencia sin goce de sueldo.
Tras un duro pulso con la oposición demócrata, el presidente Donald Trump accedió el viernes a terminar con el cierre parcial del gobierno, que se mantenía desde el 22 diciembre por su negativa a firmar el presupuesto si este no incluía fondos para construir un muro en la frontera con México.
Esa barrera en la frontera, que tiene como objetivo frenar la inmigración ilegal, es una de las promesas claves de campaña de Trump.
El acuerdo del viernes no aleja del todo el fantasma de la crisis, ya que el acuerdo para salir de la parálisis sólo otorga fondos al gobierno hasta el 15 de febrero.