En el distrito australiano de Noosa, estado de Queensland, una joven sufrió un paro cardíaco mientras hacía ejercicios en un gimnasio, pero sobrevivió gracias a un desfibrilador.

El incidente ocurrió en octubre, aunque las imágenes de aquellos hechos han sido publicados recién ahora. Emily Counter, de 21 años, se encontraba ejercitando en una máquina de remo, cuando de repente se detuvo y cayó al suelo.



Las personas que se encontraban en el gimnasio le brindaron primeros auxilios, y el propietario del local decidió hacer uso del desfibrilador que tenía en su botiquín. «Fue bastante aterrador, especialmente porque Emily era muy joven y saludable», recuerda Aaron Petterson, dueño del gimnasio. Al «presionar el botón [del desfibrilador] ella se levantó de un salto, como en una película», agregó.

La joven relató que no recordaba nada de lo ocurrido en ese momento. «Mucho antes de que me pasara esto, me dolía el corazón y tenía dificultad para respirar cuando corría, pero pensaba que simplemente no estaba en forma», afirmó Counter.



Emily fue traslada a un hospital, donde pasó tres días en coma y tuvo que someterse a una cirugía a corazón abierto. A la joven le diagnosticaron el síndrome de Bland-White-Garland, un raro defecto congénito que se caracteriza por un origen anómalo de una de las arterias coronarias, que afecta a uno de cada 300.000 recién nacidos.