Una buena presentación, llegar puntual y tener un breve resumen de la oferta son puntos clave para triunfar en una entrevista laboral.
No obstante, estos no son los únicos elementos a cuidar. A continuación enlistamos tres puntos básicos por los que las probabilidades de un candidato en una entrevista laboral caen de manera radical:
No más de un idioma
Sin importar el puesto por el que estés compitiendo, el manejo de uno o más idiomas adicionales al natal es vital para quedarse con el empleo. Cualquier puesto de trabajo requiere un conocimiento mínimo de más de un idioma.
Metas poco definidas
Objetivos como “crecimiento profesional” o “desarrollo personal” se han convertido en términos genéricos que carecen de valor frente a un reclutador. Con metas bien definidas, claras y enfocadas al puesto a conquistar las posibilidades aumentan de manera exponencial. Recordemos que ahora, no solamente compites con personas de tu país, sino que la globalización provoca que la competencia sea con personas de otras naciones.
Muchos tecnicismos
Un reclutador decide en los primeros 60 segundos de conocer a un aspirante si lo considera para el puesto o no. Así no sólo se trata de mejorar los conocimientos más técnicos y prácticos; pensar fuera de esta caja será fundamental.
Así los más cualificados en temas técnicos tendrían que desarrollar aptitudes de liderazgo, sociales y emocionales; mientras que el proceso también se vivirá a la inversa.