Por: Katherine J. Almonte. El mío es un país donde las capacidades se miden en un título universitario. Donde las habilidades de un individuo son proporcionales a la cantidad de diplomados realizados, pero lo más curioso, que aun cuando capacidad y título convergen en una misma persona, ¿adivina qué? Esto podría no ser suficiente si no tienes una larga experiencia o no eres «el amigo de» o «el sobrino de». No lector, no es pesimismo. Si creo en prepararse, en que la única salida honrada a las precariedades sigue siendo la educación. Creo firmemente que la única forma de tener una mejor calidad de vida es ejercitando la mente y adquiriendo conocimiento y perfeccionarlo por medio de la experiencia. No obstante, lamentablemente nuestro mercado no se pone de acuerdo en lo que nos pide.
Hoy los reclutadores exigen una mayor preparación profesional, ya no es solo la licenciatura, que ha dejado de ser la meta. Ahora también es necesario complementar con maestrías, diplomados postgrados y otros menesteres de igual importancia. Donde recae la inquietud es en ¿Me garantiza esto un buen empleo? ¿Me garantiza esto un paquete salarial atractivo? ¿Cuánta probabilidad hay de que tan pronto termine dichos estudios encuentre el lugar adecuado para poner en práctica el conocimiento adquirido?
Basado en diferentes experiencias, lo primero que debemos de tener claro es que desafortunadamente en nuestro país nada es garantía, pero hay que ser conscientes de que la preparación es vital. Si tienes oportunidad de darte una buena educación, que por cierto bastante cara que nos resulta, ¡aprovéchala! Este conocimiento que adquieres no solo te dará otra perspectiva de los negocios, sin importar cuál sea el área de desarrollo, sino que también potencializará tus habilidades. Lo interesante de los estudios es que no solo desarrolla tu capacidad intelectual, también la forma como percibes la vida.
Sé que puede ser muy decepcionante recorrer el camino para que luego sientas que debes empezar de nuevo en el trayecto de la búsqueda de empleo, pero valdrá la pena. Las oportunidades les llegan a los que están preparados, e incluso cuando seas el ¨sobrino de¨ o ¨amigo de¨ de algún modo se hace necesario justificarlo en tu perfil. Es cierto, crear un balance entre la experiencia y el conocimiento es un reto, es una teoría que podríamos decir que los reclutadores no se ponen de acuerdo a cual dar prioridad, pero después de todo cada actividad que realizas en tu vida tiene un aporte significativo para ti.
En síntesis ¿trabajo o estudio? El trabajo te permite tener sustento momentáneo y desarrollar un perfil de experiencias. El estudio es la herramienta que te permitirá llevar ambas cosas a un segundo nivel. Aprovecha el trabajo para crear vínculos, relaciones laborales y prácticas. Aprovecha el estudio para obtener conocimiento, que se queda contigo y que nadie te puede quitar.
Me gustaría saber tu opinión.