María Antonieta de las Nieves, conocida como La Chilindrina por su famoso personaje en El Chavo del 8, hizo sorprendentes revelaciones en su libro biográfico sobre su trabajo con Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, en la década de los 70.

Aunque su interpretación como la niña pecosa, con colitas, chillona, traviesa y astuta la llevaron a la fama mundial, detalló que el mísero sueldo que recibía por su actuación la obligó a buscar otras alternativas laborales, para ofrecer una mejor calidad de vida a su familia.



“Honestamente, me costó mucho trabajo decidirme a dejar a Chespirito. Con él ganaba 100 pesos mexicanos a la semana (aproximadamente 5.23 dólares estadounidenses ) y en el otro lugar iba a tener dos mil por programa, o sea, mil por semana. La vida es un sendero de encrucijadas y muchas veces toma uno el sendero equivocado. ¡Todos cometemos errores!”, señala De las Nieves en su libro, según retoman medios internacionales.

La artista cuenta que la decisión de dejar la vecindad de El Chavo le costó su amistad con el creador del programa y una serie de líos judiciales que terminaron por darle la razón y quedarse con el personaje que ha marcado a varias generaciones.



“Recuerdo que lo fui a ver (a Chespirito) y lamentó mi decisión, pero entendió mi situación y dejó entrever que podría regresar cuando quisiera porque mi lugar no lo iba a ocupar nadie. Cuando registré el personaje él me llamó enojado y me amenazó con no trabajar más en ningún lado. Hasta me exigió que me pusiera de rodillas y le pidiera perdón”, afirmó la actriz de 68 años.

Las heridas se sanaron con el paso del tiempo y la muerte de Chespirito en noviembre de 2014 la afectó mucho. Pese a ello, decidió no asistir a su funeral porque, según ella, muchos de sus familiares, como Florinda Meza, no querían verla.