Conocida por sus playas extraordinarias de aguas transparentes y arenas blancas, por sus palmeras y su sol inagotable o por sus excelentes resorts, lo cierto es que República Dominicana es mucho más que Punta Cana y aún guarda –por suerte- numerosos tesoros con los que sorprender a los viajeros.
Una de las primeras ciudades fundadas en el Nuevo Mundo, el único desierto –y el único teleférico- del Caribe, un eco-rancho, un lago salado de 265 km cuadrados o una réplica del Cristo Redentor brasileño son solo algunos de ellos señala la nota de cerodosbe.com
Surfea las Dunas de Baní
Ubicada en la provincia de Peravia, la península de Las Calderas alberga una de las atracciones naturales más sorprendentes: el desierto de las Dunas de Baní, un espectáculo natural único en las Antillas. Oficialmente conocido como Reserva Científica Monumento Natural Félix Servio Ducoudray, este desierto se extiende alrededor de 15 km en paralelo a la orilla del mar, dando lugar a un inusual contraste.
Con poca presencia de turistas, en los últimos años sin embargo varias empresas han comenzado a ofrecer la actividad de sandboard en sus dunas, una suerte de snowboard que sustituye la nieve por la arena pero que promete las mismas dosis de adrenalina.
Sube en el único teleférico del Caribe
En la región de Puerto Plata, al norte del país, se ubica el Monumento Natural Loma Isabel de Torres, uno de los puntos ecoturísticos más atractivos del país y que posee, además, el único teleférico del Caribe. Subidos a una de sus cabinas y suspendidos sobre la riquísima vegetación local – que incluye bosques costeros, ombrófilos, nublados, de hojas anchas y bosques “enanos”- recorreremos un total de 2,7 km y nos elevaremos hasta los 800 m de altitud de la cordillera.
Esta área protegida cuenta con cerca de 600 especies de plantas diferentes y un impresionante jardín botánico en la cima, además de una réplica de la estatua del Cristo Redentor.
Déjate seducir por la magia colonial
La capital del país, Santo Domingo, es una de las primeras ciudades fundadas en el Nuevo Mundo y cuenta con un extraordinario legado histórico, arquitectónico y patrimonial, que se concentra en su coqueta Ciudad Colonial. La catedral, la torre del homenaje, el parque Colón, las atarazanas, el panteón nacional o el alcázar de Colón rivalizan allí con actuaciones callejeras, museos y galerías de arte, espectáculos de música, festivales culturales, danza y teatro, que se suceden a lo largo de todo el año.
Además, la ciudad vibra en las zonas más pujantes, como el malecón, la Ciudad Nueva, la calle El Conde, el parque Mirador Sur y, especialmente el Polígono Central, actual centro financiero que cuenta también con locales de moda y modernos centros comerciales.
Ríndete al SUP en Cabarete
¿Aficionado a los deportes acuáticos? Seguro que ya conoces el stand up paddle o SUP, una modalidad importada de Hawai que consiste en utilizar una tabla de surf a modo de barca y moverse sobre ella con ayuda de un remo. República Dominicana cuenta con su propia meca de SUP, que se ubica en Cabarete. Sus aguas cristalinas y sus playas de arena fina y blanca componen el escenario perfecto para el aprendizaje o el perfeccionamiento de este deporte, además del marco más instagrameable para dejar constancia de ello.
Adéntrate en el mayor lago del Caribe
Entre la sierra de Neiba y Bahoruco, en el suroeste de República Dominicana, se encuentra la Hoya del Lago Enriquillo, con un total de 265 km cuadrados que lo convierten en el más grande de las Antillas y la mayor reserva de agua –más salada que la del mar- de República Dominicana. Este ecosistema, declarado Parque Nacional, Humedal RAMSAR y Reserva de la Biosfera de la Unesco, es el hogar de una gran colonia de cocodrilos americanos, que pueden observarse en su hábitat natural, así como a las iguanas rinocerontes.
En el trayecto no debemos dejar la oportunidad de disfrutar del baño en algún cenote, como el balneario de Las Marías, en Neiba.
Descubre un rancho ecológico
En la zona de Bávaro se encuentra Flintstones Buggy Adventure, un rancho ecológico que obtiene toda la energía que emplea de paneles solares y molinos eólicos. Para recorrerlo y conocer su vasta extensión de exuberante vegetación, además de la fauna local y otros animales de la granja como burros, vacas, caballos y ovejas podemos decantarnos por una excursión en buggy.
A través de caminos, senderos y hasta campo a través, descubriremos un paisaje que guarda aún más secretos, como una espectacular cueva con estalactitas y estalagmitas iluminadas o un colmado típico donde saborear un auténtico café dominicano.