Se tiene la costumbre de que los alimentos, al estar almacenados en el refrigerador, tendrán más tiempo de vida útil. Sin embargo, no todos los productos necesitan las mismas condiciones de conservación.
Conozca algunos alimentos que, al almacenarnos en la nevera, no se mejora su conservación, sino que se altera su sabor, textura y calidad.
Café
De acuerdo con María Fernanda López, ingeniera en alimentos, lo importante del café es el aroma y frescura. No es recomendable refrigerarlo, ya que existe cierto porcentaje de humedad que puede dañar la calidad del café y causar una disminución de sabor y aroma.
Pan
El pan, al almacenarlo en la refrigeradora, genera más rápido moho. Además, el aire frío hará que se reseque, provocando la pérdida de frescura, humedad y textura. Rodríguez explica que actualmente en el mercado existen varios tipos de pan que contienen alta cantidad de preservantes, lo que permite que el proceso de aparición de moho sea más lento.
Cebolla
Papa
El principal problema con las papas es que el frío hace que el almidón se convierta en azúcar, por lo que las hará más harinosas. Lo ideal es almacenarla en un espacio con circulación de aire fresco.
Ajo
Al igual que la cebolla, la cáscara de este alimento funciona como capa protectora, por lo que al guardarlo en un ambiente frío su sabor disminuye y se acelera el proceso de aparición de moho y de tallos.
Tomate
Las bajas temperaturas disminuyen la maduración de los tomates, por lo que su sabor dulce desaparece. “Nos hemos acostumbrado a comer tomates amargos y duros, porque con la refrigeración frenamos su madurez. Por eso es difícil conseguir el sabor de salsas hechas en restaurantes con utilizan productos frescos”, indica Rodríguez.
Nueces y almendras
Tanto las nueces como las almendras, al ser productos secos, si se almacenan en el refrigerador absorben la humedad y pierden su textura y dureza.