El cofundador de Wikipedia, Jimmy Wales, vio nacer, y después derrumbarse, bajo golpes de gobiernos autoritarios pero también democráticos, su sueño de un internet libre y universal. Aunque no renuncia a él, ve pocas razones para mostrarse «optimista».
«Estamos asistiendo a una desintegración de internet», estima en una entrevista con la AFP este empresario estadounidense, para quien la principal amenaza viene de la «censura» de los «gobiernos que intentan controlar el flujo de información».
Wikipedia, que fue primero prohibido en mandarín, ahora está prohibido en toda China continental en todas las lenguas. Turquía bloquea también el acceso a esta enciclopedia en línea gratuita desde hace dos años.
Jimmy Wales está acostumbrado a este tipo de censura. Pero las barreras a la circulación de información de calidad son cada vez mayores. Europa le preocupa tanto, o incluso más, que las dictaduras.
Lamenta, por ejemplo, que Reino Unido esté a punto de instaurar un «sistema para bloquear los sitios pornográficos» (los usuarios deberán demostrar que son mayores de edad para acceder a estos sitios).
A escala europea, critica las dos últimas normas emblemáticas sobre internet: la directiva europea sobre el derecho de autor y el reglamento europeo de protección de datos (RGPD), aunque éstas no afectan a Wikipedia.
Si los eurodiputados adoptan la directiva europea sobre el derecho de autor a finales de mayo, las grandes plataformas digitales deberán remunerar a los medios para usar su producción.
– ¿Y la ‘libertad de expresión’? –
Pero Jimmy Wales duda que los medios logren obtener ingresos adicionales y piensa que las grandes plataformas, como Google y Facebook, saldrán globalmente fortalecidos.
«Habrá efectos secundarios perversos», advierte. «Pero además muestra una actitud indiferente con la libertad de expresión… Con la idea de que se debería filtrar todo el contenido antes de que la gente lo ponga en línea».
Tampoco cree en la eficacia del reglamento relativo a la protección de datos, que brindará a los europeos un mayor control sobre sus datos personales.
«La gente hace clic en ‘aceptar’ en todos los sitios web, no leen los términos, así que los datos siguen circulando ampliamente», estima.
En su enciclopedia, algunos vínculos para acceder a artículos no son accesibles en todos lados, un freno más a la libre circulación de la información, según Wales, que está en Francia para participar en Vivatech, la feria tecnológica de París.
– ‘Nos va muy bien financieramente’ –
Pero pese a esto, no está en contra de que las plataformas asuman responsabilidades. Su organización se unió al «llamamiento de Christchurch» lanzado el miércoles en la capital francesa contra los contenidos extremistas en internet, dos meses después de la difusión en directo en Facebook del ataque contra mezquitas en Nueva Zelanda.
Pero la enciclopedia gratuita, pese a sus aspiraciones de universalidad, no pertenece al mismo mundo que estas grandes plataformas que deben invertir constantemente para mantenerse a la vanguardia.
«Wikipedia intenta mantenerse tranquila. Es algo importante en una época en la que hay mucha indignación fabricada en las redes sociales», señala Wales.
Nacida hace 18 años, Wikipedia ha mantenido su línea de conducta, es decir un acceso libre para leer y escribir. Cuenta ya con cerca de 350 millones de artículos y registró más de 190.000 millones de «páginas visitadas» en los últimos doce meses.
Y financieramente «nos va muy bien», asegura Wales. «La gente hace donaciones y gastamos menos de lo que recibimos cada año».
No obstante «hay cosas que nos preocupan, como el uso de los teléfonos móviles. La gente usa cada vez más Wikipedia a través de asistentes vocales, como Siri de Apple. Es genial, pero cuando lo usan así no ven los llamados a donaciones», lamenta.